Estados Unidos envió este martes a Corea del Sur dos bombarderos supersónicos B-1B Lancer, en apoyo a su aliado incondicional en la región asiática, informaron las Fuerzas Armadas surcoreanas.
De acuerdo con la prensa local, los aviones sobrevolaron parte de la península coreana como una demostración de fuerza para intimidar al gobierno de Pyongyang, lo que aumentó la tensión en el ya caldeado ambiente que se vive en esa zona.
Los aviones partieron de la Base Aérea Andersen de la Comandancia del Pacífico de EE.UU., en la isla de Guam, hacia a la Base Aérea Osan, situada en Pyeongtaek, a 70 kilómetros al sur de Seúl, escoltados por un caza F-15K surcoreano y un F-16 estadounidense, afirmó el ejército en un comunicado.
Según el alto mando surcoreano, la acción fue en respuesta al impulso del programa nuclear que desarrolla la República Popular Democrática de Corea.
Al respecto, el general norteamericano Vincent Brooks, comandante de la Base Aérea de Osan, advirtió de más operaciones de este tipo para apoyar a sus aliados y aseguró que forman parte del amplio expectro de capacidades militares de Estados Unidos.
Además, dijo, también se contará con el despliegue del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) en la península coreana, donde ese interés ha suscitado numerosas protestas.
En tanto, el general Lee Sun-jin, jefe del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, amenazó a la RPDC y afirmó que las fuerzas aliadas permanecen preparadas.