EEUU falsificó el concepto de Patria Grande del Libertador para crear la OEA

Los Estados Unidos falsificó el pensamiento de Simón Bolívar, en torno al concepto de unidad, de la Patria Grande latinoamericana, de los países hermanos, que fue planteado en el Congreso de Panamá, para convertir dicho concepto “en panamericanismo”, el cual fue la base para crear la Organización de los Estados Americanos (OEA), aseguró este jueves el historiador y profesor Vladimir Acosta.

El objetivo, enfatizó, fue “colearse y que nuestros países latinoamericanos estuvieran reunidos con ellos (Estados Unidos), que era una cultura distinta y una potencia mucha rica y más poderosa que iba a terminar dominándolos”.

Sobre las bases del panamericanismo, explicó, fue creada en el año 1948 la OEA, en el contexto de la guerra fría, las dictaduras anticomunistas y del enfrentamiento contra todo lo que representara progreso y cambio social beneficioso para los pueblos, ya que era catalogado como comunismo.

“Esa ha sido la bandera de la OEA y con eso justificaron la invasión a Guatemala, expulsaron a Cuba, invadieron Santo Domingo, tumbaron a (Salvador) Allende”, recordó.

A partir de 2000-2001, Acosta precisó, Estados Unidos por medio de la OEA comenzó a enfrentarse al Gobierno Bolivariano liderado primero por el comandante Hugo Chávez y actualmente por el presidente Nicolás Maduro, “condenando a Venezuela porque irrespeta los derechos humanos y que no es una democracia. Apoyaron el golpe de Carmona, y siguen criticando a Venezuela”.

El historiador, manifestó que en los años 2000-2001 con todo el apoyo de los países hermanos la fuerza bolivariana era muy grande, “y pudimos parar esos golpes”, pero la situación crítica actual en cuanto a que la “derecha ha avanzado, el imperialismo no ceja en sus políticas y programas, que hemos cometido errores que ayudan a la derecha. En ese contexto difícil es mucho más complicado para nosotros defendernos de la OEA”.

Acosta, hizo estos planteamientos en el Archivo Nacional de la Nación donde dictó la conferencia: “OEA: Venezuela y la Crisis Actual”, organizada por el Centro Nacional de la Historia junto al Archivo, en el marco de la tercera temporada de la Cátedra de Historia Insurgente Federico Brito Figueroa.

“MANEJO RELIGIOSO FUNDAMENTALISTA Y MANIQUEO”

El historiador se paseó por varios hechos históricos de épocas pasadas con la finalidad de ofrecer a los presentes los antecedentes de cómo se llegó a la actual situación conflictiva con la OEA. “Si uno no tiene el conocimiento histórico, la visión de conjunto de las cosas, no se puede entender bien el poder de la OEA y el dominio que ha tenido sobre nuestros países, si uno no conoce de alguna forma ciertos rasgos fundamentales de la sociedad de Estados Unidos”, estimó.

Por este motivo, comentó, “me remonté un poco más lejos para definir algunos de esos rasgos”, en particular la doctrina del Destino Manifiesto, la cual aseguró ha sido el instrumento central de los Estados Unidos.

El contenido del Destino Manifiesto, subrayó, combina un “manejo religioso fundamentalista y maniqueo para presentarse ellos (USA) como el pueblo elegido y superior”, a fin de mostrar al mundo que “todo lo que ellos hacen es el bien o todo lo que hacen sus adversarios es el mal”, apuntó.

La sociedad norteamericana, señaló, es profundamente racista, considera que “su raza blanca, anglosajona y protestante es el súmmum de la superioridad racial de los blancos” y que pretende hacer ver al mundo que todas sus acciones en el planeta es para defender la democracia y la libertad.

LAS DOCTRINAS DESTINO MANIFIESTO Y MONROE

En ese sentido, Acosta, explicó que en estos elementos se fundamenta la doctrina del Destino Manifiesto que permitió a los Estados Unidos apoderarse de todos los territorios vecinos “incluyendo la mitad de México y después ejercer su hegemonía sobre América Central, el Caribe, Sur América, luego meterse en Europa, en Asia y África hasta convertirse en la potencia más importante del mundo”.

Siete décadas después, subrayó, surge la Doctrina Monroe que establecía una frontera entre Europa y América, cuya verdadera finalidad era que Europa “no se metiera más en los problemas americanos, si tenía colonias que las conservara, pero no podía volver a colonizar los países que ya eran independientes ni crear nuevas colonias”, pero los europeos “no le pararon absolutamente a eso porque Estados Unidos no tenía fuerza para impedirlo”.

Sin embargo, señaló: con esta doctrina quedó clara la postura de los Estados Unidos que “América era para ellos” y cuando acudieron ya convertidos en una potencia industrial, “resucitaron la doctrina Monroe para decirle a los europeos que tenían que respetarlos porque a América la dominaban ellos”.

T/ Leida Medina
F/ Irene Echenique