El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) y las grandes transnacionales apoyan y promueven la división en los países productores de petróleo, con el objeto de tener el control de los yacimientos, perjudicar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y tumbar los precios del crudo.
Así lo consideró el analista petrolero, David Paravisini, quien recordó que esta estrategia ya fue aplicada en Sudán, donde luego de 15 años de guerra civil, EEUU logró la secesión al ofrecerle al Gobierno sacarlo de la lista de países terroristas si aceptaba los resultados del plebiscito que se desarrolló para justificar la división.
“En Irak también están intentando aplicar una legislación que permita crear las provincias petroleras autónomas e independientes, es una fragmentación para tener gobiernos débiles o micropaíses con mucha debilidad a la hora de negociar con las grandes transnacionales petroleras”, adujo.
Para el analista, la situación es similar a lo está sucediendo actualmente en Libia donde, más allá de las causas internas, ya algunas empresas hablan de la salida de los primeros embarques de petróleo para Austria y China, y que las ganancias de esa venta irán a las fuerzas rebeldes, y no al Gobierno de Muammar Al Gadafi.
“Esta debilidad está siendo aprovechada por las grandes transnacionales para fragmentar y crear regiones o provincias petroleras en Libia, tal como lo intentan en Irak, como lo lograron con éxito en Sudán, y cómo van a intentar hacerlo en Angola y Nigeria”, acentuó.
Paravisini señaló que “en Venezuela hace rato están intentando hacer esa división, sólo que el presidente Hugo Chávez y el pueblo venezolano han logrado conjurar todas esas tendencias”.
En cuanto al suministro de petróleo al mercado europeo que atiende Libia, destacó que la capacidad de producción del país africano es de 1,7 millones de barriles diarios, la cual puede ser cubierta con una sobreproducción en Arabia Saudita y otros países de la Opep.