En un tribunal de Madrid, la capital española, inició este lunes el primer juicio contra la firma farmacéutica alemana Grünenthal por el medicamento talidomida, que produjo, en la década de los 60, que miles de niños en todo el mundo nacieran con malformaciones.
En las instalaciones del tribunal se reunieron unos 186 afectados por el medicamento, algunos de ellos se encontraban en silla de ruedas y otros con muletas, y portaban una pancarta en la que se leía «Justicia».
Las víctimas de la talidomida reclaman a Grünenthal unos 204 millones de euros (277 millones de dólares).
Asimismo, alegaron que, tras los sucesos, ninguno de los afectados ha recibido ningún tipo de compensación y solo una veintena fueron reconocidos oficialmente en 2010.
Además de España, la firma alemana ha recibido reclamos exitosos de otros países del mundo, pero la farmacéutica ha desestimado las demandas por el medicamento, que era utilizado para combatir las náuseas del embarazo.
Los afectados en la nación ibérica esperan que con el juicio sea «recompensado su sufrimiento, que empezó en el feto de sus madres antes de nacer y se prolonga hasta nuestros días, con la amputación de sus brazos y sus piernas», indicó la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite).
Avite detalló que en España hay un total de tres mil personas que fueron afectadas por la talidomida, sin embargo esta puede elevarse considerando que varias de ellas ya fallecieron.
«Con una sentencia favorable a nuestra demanda, el laboratorio alemán Grünenthal sería considerado oficialmente, por primera vez en la historia, responsable de lo ocurrido», explicó Avite.
En septiembre de 2012 Grünenthal había pedido perdón de manera pública a los afectados por la talidomida expresando que «sentía mucho» su silencio que se prolongó por 50 años.
El lunes, la defensa de la firma alemana afirmó de nuevo «lamentar sinceramente la tragedia de la talidomida» aunque pidió al tribunal desestimar la demanda.
«Los hechos ocurrieron hace más de 50 años, por lo que consideramos que la legitimidad de cualquier procedimiento podría verse seriamente comprometida por el lapso de tanto tiempo», señaló en un comunicado.
Grünenthal patentó la talidomida en 1955 como un tranquilizante que era administrado también para calmar las nauseas del embarazo, pero luego de un tiempo se registró una serie de nacimientos de bebes con graves malformaciones, especialmente, acortamiento o falta de extremidades.