Los jefes visibles e inspiradores de la oposición son personajes como Leopoldo López Mendoza, Enrique Capriles Radonski, Antonio Ledezma y María Corina Machado.
Recordemos: los dos primeros, militantes de Tradición, Familia y Propiedad, organización católica fascista dirigida por el terrorista Alejandro Peña Esclusa; actores de primer plano en la planificación inmediata y ejecución del golpe criminal contra el presidente Hugo Chávez. Forajidos persecutores de Tarek William Saab y de Ramón Rodríguez Chacín con intenciones de linchamiento; Capriles asaltó la Embajada de Cuba para secuestrar y linchar a los funcionarios chavistas que allí se encontrarían. Estos son solo ejemplos de los hechos de estos apóstoles del dios Estados Unidos y de su representante el dólar.
Luego de este debut continuaron su carrera dentro de la delincuencia política, en la creencia de que la violencia provocaría el desequilibrio social y político y de esa forma el Gobierno Nacional se terminaría por una intervención exterior: OEA, ONU, Estados Unidos, o, últimamente, activando comandos paramilitares colombianos e israelitas durmientes, y sicarios y mercenarios que ya están actuando en Venezuela.
Ledezma es conocido delincuente desde su anterior actuación como gobernador del Distrito Federal, autor de masacres contra manifestantes populares, contra ancianos y contra estudiantes; autor en primera persona de la masacre contra prisioneros de Retén de Catia, y coautor y cómplice de las matanzas desde el 27-02-1989 hasta marzo del mismo año siendo presidente Carlos Andrés Pérez.
María Machado trató de engañar al pueblo venezolano falsificando centenares de miles de firmas para convocar sendos referendos, en 2002 y 2004, usando como instrumento a Súmate, su compañía anónima financiada por la CIA estadounidense. La estafa fue demostrada en tribunales de la República a instancias del partido PPT esos mismos años.
Capriles llamó a sus partidarios a desahogar su “arre….” el 15 de abril de 2013 cuando perdió las elecciones contra el presidente Maduro lo que provocó 11 asesinatos; López, Machado y Ledezma llamaron en enero de 2014 a “la Salida” provocando 43 asesinatos, mas de 800 heridos y el mayor desborde de criminalidad política jamás ejecutado en Venezuela.
¿Qué significa que estos sean los líderes de la oposición venezolana, que dirigen las acciones tendentes a derrocar el gobierno del presidente Maduro?
Tras su disolución ideológica y política, a la derecha cristiana, socialdemócrata y sus sucesores, les restan solo los ejecutores de los planes objetivos de Estados Unidos contra Venezuela: tomar posesión de nuestras riquezas. López, familiarmente, y él mismo hombre de la CIA; Capriles, representante con su familia de la multinacional Alimentos Kraft, de EEUU, Ledezma, ligado familiarmente y políticamente al sionismo; Machado, funcionaria de la NED y de la Usaid y ligada por propia confesión al Departamento de Estado y a senadores de Estados Unidos.
El imperialismo gobernaba Venezuela a través de AD y Copei, pero ahora solo tiene ejecutores tácticos, pues las estrategias de dominio son suyas. Estamos dentro de este escenario.
El cuarteto de la traición es el símbolo vivo de lo que son los opositores que tenemos, y esperan cobrar en algún momento. No es conveniente creer que el pueblo opositor es diferente a sus dirigentes. Hemos vivido décadas de corrupción política, económica, social y educativa, y esta última ha estado a cargo de los medios de comunicación televisiva, que reparten basura e inmundicias de todo tipo todo el día y la noche, y eso alimenta las conciencias.
Llamar a la reflexión, sin eliminar la causa del daño, que es construir una sociedad en la que el alimento espiritual básico contrarreste la inmundicia televisiva que importamos de EEUU, es una pía ilusión, y además inútil.