Del tamaño de un insecto|Ejército estadounidense desarrolla nuevos aviones espías no tripulados

Investigadores militares de Estados Unidos trabajan actualmente en la elaboración de nuevos aviones no tripulados del tamaño de insectos y pájaros, similares a los que disparan misiles en Paquistán y espían a los insurgentes en Afganistán.

La base interna del laboratorio de vuelo se llama “microaviary” (microaviario), y por buena razón.

Los aviones no tripulados, desarrollados en la base interna de un laboratorio de vuelo llamado “microaviary”, son diseñados para replicar el mecanismo de vuelo de polillas y halcones, entre otros habitantes del mundo natural.

“Estamos viendo cómo usted se oculta a simple vista”, dijo Greg Parker, un ingeniero aeroespacial, mientras él sostenía un prototipo de un halcón mecánico que en el futuro pueda llevar a cabo tanto espionaje como asesinato.

En Afganistán, los marines se maravillan por uno de los nuevos globos de espionaje tipo dirigible que flotan por encima de 15.000 pies sobre Sanguin en la provincia Helmand, uno de los más sangrientos lugares de la guerra,

El globo, llamado también aerostato, puede transmitir en vivo, desde unas 20 millas, videos de insurgentes «plantando bombas caseras». Al respecto, el Capitán Nickoli Johnson dijo en Sangin: “Éste ha sido un gran cambio para mí (…) quiero colocar muchos más».

De los dirigibles a los insectos, los aviones no tripulados están transformando la forma como Estados Unidos combate y piensa en torno a sus guerras.

Aviones no tripulados Predator y los caballos de batalla tipo Cessna que han dominado el vuelo no tripulado desde los ataques del 11 de septiembre 2001, son ya una marca, conocida y temida alrededor del mundo.


En la actualidad, el Pentágono posee unos 7.000 aviones no tripulados, menos del 50% de los existentes hace diez años, lo que anticipa que en la próxima década la Fuerza Aérea podría tener un descenso en aviones no tripulados. No obstante, se espera que el número de artefactos “multirol”, como el Reaper, que espían y también atacan, se cuadruplique.

“Es un mercado en crecimiento”, dijo Ashton B. Carter, Jefe de Compras de Armas del Pentágono.

La Fuerza Aérea ya está entrenando a más pilotos remotos. Sólo este año fueron capacitadas unas 350 personas que podrían ser consideradas como pilotos de combate, además de bombarderos.

El Pentágono le ha pedido al Congreso estadounidense cerca de 5 mil millones de dólares para fabricar aviones no tripulados el próximo año.

Para el 2030, Estados Unidos espera crear cosas de ciencia ficción: “moscas espías” equipadas con sensores y microcámaras para detectar a enemigos, armas nucleares o víctimas en escombros. Peter W. Singer, un académico de la Institución Brookings y autor de “Wired for War”, un libro acerca de los robots del ejército, los llama “insectos con insectos”.

Fuente/ The New York Times
Traducción/ Ivana Cardinale
Foto/ The New York Times