Las tropas de Damasco han encontrado unos 10.000 cadáveres de civiles sirios quemados, ejecutados y enterrados posiblemente por el grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe) en la ciudad de Al-Raqa, en el norte del país, según informan medios locales.
Un nuevo crimen perpetrado por Daesh se descubrió el martes en el avance del Ejército sirio hacia la ciudad de Al-Raqa: una fosa común con 4000 cadáveres que encontraron soldados sirios en Al-Raqa, según ha informado el director general de Medicina Forense de Siria, Zaher Hajo, al diario local Alwatan.
El ministro de Salud del país, Nizar Yazigi, ha ordenado la formación de un comité para recoger los restos de las víctimas y trasladarlos al hospital militar de la ciudad noroccidental de Alepo, ha añadido el funcionario sirio.
Usando los dientes y huesos, ha explicado Hajo, la unidad forense del país iniciará en la próxima semana el proceso de identificación de las víctimas.
Zaher Hajo ha precisado además que los cuerpos han sido hallados en áreas controladas por las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), un grupo de combatientes kurdos y árabes respaldo por Estados Unidos.
Las FDS informaron el pasado mes de octubre que se habían hecho con Al-Raqa después de expulsar a los terroristas de Daesh de la ciudad, que servía como capital de facto de la agrupación terrorista en el país árabe.
Más tarde, esta alianza aseguró que el futuro político de la ciudad y de la provincia homónima se determinarían “en el marco de una Siria federal y democrática”.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores advirtió ese mismo mes mediante un comunicado de que Al-Raqa «no considerarse liberada hasta la entrada del Ejército sirio, que está luchando contra los terroristas junto con sus aliados”.