La cinta cubana fue nominada para optar a los Goya y Oscar|»El acompañante» apuesta a la tolerancia

Su nominación para optar a los premios Goya y Oscar de este año no fueron un capricho, sino que la calidad del filme y la forma acertada en que presenta los temas que trata, hacen de la cinta cubana «El acompañante» una gran alternativa para los amantes del buen cine en Venezuela y el mundo.

Dirigida por Pavel Giroud, este trabajo está ambientado en la década de los años ochenta del siglo pasado y narra la historia de un reconocido boxeador (Horacio), que tras ser sancionado por dopaje, es enviado a trabajar como acompañante de pacientes diagnosticados por el virus del VIH-Sida en un sanatorio de La Habana. Le toca compartir con un joven soldado (Daniel), que contrajo el virus en África, pero que no se resigna a esperar su final y quiere vivir ante todo.

El púgil es interpretado por el cantante del grupo Orishas, Yotuel Romero, quien lo hace muy bien; y el soldado enfermo por Armando Miguel («Conducta»), convenciendo y mostrando química ambos en los roles principales. También el resto del elenco cumple acertadamente.

Lo interesante de la historia es la forma de tratar ese tema, pero que implica otros como el dopaje en el que caen muchos atletas, por el miedo de perder su «status», ya sea en una nación socialista o capitalista.

CONVIVIR

Claro está, el filme tiene como tema principal el convivir de personas con Sida y los que no tienen la enfermedad; aparte del respeto a los homosexuales o no, en especial en una sociedad machista, aún hoy en día, como la cubana.

«El acompañante», el tercer largometraje de ficción del director Pavel Giroud («La edad de la peseta» y «Omertá»), ha seguido una trayectoria exitosa desde que ganó el premio de guión de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España, en 2010. Después se alzó con el galardón al Mejor Proyecto en el Foro de Coproducción del Festival de Cine de San Sebastián (2013); el premio al Mejor Guión en el Havana Film Festival de Nueva York, y los premios del público en los festivales de Toulouse (Francia), Busán (República de Corea), Málaga (España) y Miami (Estados Unidos), entre otros. Y, lo más importante, cada reconocimiento es bien merecido.

«Es un verdadero privilegio llegar a Venezuela con esta cinta. Siempre constituye el desafío más grande para las producciones de nuestra región: competir con los blockbuster de Hollywood, que siempre tienen gran poder de seducción en la audiencia», reflexionó recientemente el director Pavel Giroud. Se puede ver en salas de arte y ensayo, aparte de algunas de los circuitos Cinex y Cines Unidos.

T/Eduardo Chapellín
F/Cortesía DR
Caracas