Un niño aferra su mirada sorprendida al gran aviario, donde la mixtura de colores se impone con un jugueteo bullicioso, sobre todo de los loros, pericos y las guacamayas. Los demás infantes lo toman de las manos, con fuerza, para ver si salía de su embeleso por las tonalidades de los pájaros.
Él y su grupo escolar pasan por un sendero donde entre gorjeos silvestres se ubican una serie de mamíferos en jaulas. Tras el recorrido, se dirigen hacia las heterogéneas peceras, donde seguro los niños y niñas abrirán más sus ojos ante las gigantes cachamas y el resto de los especímenes de agua dulce. Ni hablar de cuando avisten al caimán del Orinoco.
Al Acuario de Valencia los más pequeños acuden con frecuencia no solo a mirar a los animales, sino a saltar en colchones inflables, a dejarse pintar una alegoría en la faz, a deleitarse unas cotufas o unos helados.
Desde hace meses este emblemático lugar ha recibido una gran cantidad de obras para su progreso y optimización, así mismo para añadir opciones a su menú de esparcimientos para todas las familias del país, incluso, allende las fronteras.
UNA VISIÓN
Elizabeth Niño, presidenta de la Fundación Acuario Juan Vicente Seijas, precisó que durante este tiempo se han concentrado los trabajos de embellecimiento en el área histórica: “Acuario de Valencia, antigua Caja de Agua, luego primer acuario de agua dulce proyectado para que fuese el más grande de Venezuela”.
Por mandato del alcalde Jesús Marvez, a la par de lo histórico se obra en la conservación, con lo relacionado a las reservas naturales, es decir, “allí no solo contamos con animales para exhibir, sino que se asumen como una reserva natural”.
Los animales que llegan al espacio son donados por la Guardería Ambiental. “En la actualidad se desarrolla un programa que lo llamamos Recuperación de Nuestro Hábitat, en este caso hablamos de fauna silvestre en cautiverio”, asevera.
En cuanto al plan de reparación de la infraestructura, este progresa en las piscinas principales, la jardinera, con la constante limpieza integral, todas las áreas se hallan pulcras, explica la funcionaria de la gestión local.
Este año se mandó a clausurar el serpentario, verbigracia, debido a un contexto de mejoras propias de una estructura vieja, con énfasis en la parte eléctrica. “El serpentario a lo interno existe, digamos, al día con su mantenimiento”, aclara.
Pero más allá de esto, para que no solo vayan a ver a los animales, se les agilizan sitios a los niños con cuyos núcleos familiares puedan recrearse en un ambiente natural y de excelente calidad, “donde los chamos puedan jugar y comer”.
Según la vocera del establecimiento, la instalación acoge a 352 especies que van desde mamíferos acuáticos hasta felinos y primates, una inmensa gama de reptiles, y se trabaja para el plan de reproducción.
En temporada normal “nos visitan entre 3 mil a 3 mil 500 personas al mes”, con lo cual se demuestra que sigue siendo un centro atractivo para las familias no solo de la entidad sino del resto de las regiones, opina Niño.
Entre semana se desarrollan los paseos de las escuelas, que iniciaron con las municipales, y luego otras, incluso, de otros estados, durante los cuales se traen al mismo tiempo una cantidad importante de miembros de las comunidades.
“Cabe destacar que no solo se lleva adelante un recorrido guiado sino que se desarrollan unas clases de biología al aire libre con los chamos para explicarles” de dónde viene cada ser, sostiene la especialista.
LAS TONINAS
En la actualidad las piscinas de las toninas se hallan con peces, pero el tema es muy álgido; le duele mucho a la valencianidad. “Este aspecto no depende netamente de nosotros. El acuario recibe líneas del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, es el que otorga los permisos, el que maneja los inventarios de los zoológicos del país”.
“La cuestión de traer las toninas fue que éramos el único acuario que las tenía en cautiverio en el mundo. Por eso es que son tan emblemáticas. Pero nosotros estamos ocupándonos en alianza con el ministerio para rehabilitar esas piscinas. Queremos traer toninas, pero dependerá de los permisos”, aclara.
Cabe destacar que en el perímetro, fundado en 21 de diciembre de 1975, se encuentran el zoológico, aviario, acuario, serpentario, por donde miles de chicos y adultos han aprendido sobre la vida silvestre.
El multifacético parque, ubicado en la avenida Fernando Figueredo de la capital carabobeña, cuenta, además, con restaurant, fuente de soda, salón de fiesta y auditorio, entre muchas otras comodidades para los visitantes. El horario: a partir de las 9;00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde todos los días a excepción del lunes, cuando no abre sus puertas.