El vicepresidente Sectorial del Área Económica, Tareck El Aissami, enfatizó este jueves que la distorsión en los precios de bienes y servicios tendrán su fin el 20 de agosto cuando entre en circulación el nuevo cono monetario.
“La guerra de los precios, la especulación criminal tiene su hora y su fin, el 20 de agosto termina, enterraremos todas las formas y expresiones de remarcaje, boicot, sobreprecios con todos estos anuncios”, aseguró.
El Aissami resaltó que este programa económico no se trata de un paquetazo, sino de un plan diseñado para lograr la estabilidad colectiva del pueblo venezolano.
“Este programa económico va a sentar las bases para el parto definitivo de la independencia y soberanía economía nacional con nuestro modelo de justicia social, inclusión y distribución de las riquezas. Es un programa para el desarrollo económico colectivo, no es un paquetazo para enriquecer a pocos en detrimento de las grandes mayorías”, manifestó durante una rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores, en Caracas.
MEJORAR PODER ADQUISITIVO
El vicepresidente Sectorial del Área Económica reiteró que las decisiones anunciadas este miércoles por el presidente Nicolás Maduro buscan “defender y mejorar el poder adquisitivo de nuestro pueblo, especialmente de la clase trabajadora venezolana”.
En ese sentido, anunció que en las próximas semanas se darán a conocer nuevas decisiones del jefe de Estado relacionadas al tema económico, a la vez que resaltó que se consolidarán los mecanismos de protección social al pueblo. “No es una decisión, es un programa estructural, radical, revolucionario”.
El Aissami recordó que el valor referencial de este plan económico estará anclado al valor del Petro y asociado a la canasta de petróleo venezolano. “El bolívar soberano nace anclado en un poderoso activo, el Petro. Eso le va a dar mucha estabilidad en el tiempo y revaluar nuestro cono monetario, recupera y fortalece el valor real”.
Para finalizar, el vicepresidente para el Área Económica informó sobre una reunión con la Asociación Bancaria y los representantes de la Banca Pública y Privada donde se les exigió elevar el mayor número posible de transacciones electrónicas por día.