El chavismo tiene la “sartén agarrada por el mango”

En las afueras del Palacio Legislativo, entre las esquinas de Bolsa y Padre Sierra, se concentró un gentío que dio vivas a la Revolución Bolivariana y al presidente Nicolás Maduro, y recordó al presidente Chávez. Cualquier decisión de la Asamblea Nacional debe contar con el voto del Bloque de la Patria

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En las afueras del Palacio Federal Legislativo, en la esquina de La Bolsa, se vivió ayer en la mañana otra jornada intensa con un pueblo aglomerado gritando consignas y ciertas palabras subidas de tono contra algunos de los opositores que entraban a la sede legislativa. El ambiente se agitó con la llegada de Juan Guaidó y otros diputados, recibidos por los asistentes con una gritería de repudio.

Montado en los hombros de un acompañante, Guaidó trataba de mantener el equilibrio y levantaba las manos mostrando el dedo índice pidiendo que lo dejaran hablar. La Voz de América, una emisora de derecha al servicio de Estados Unidos, reportó la llegada del dirigente y afirmó que “desde temprano en la mañana, grupos radicales identificados con el oficialismo se encontraban en los alrededores (de la Asamblea Nacional) amedrentando a los ciudadanos que acompañaron a Guaidó”. En su página web colgaron un video de 26 segundos en donde se apreciaba a un hombre golpeando, como un tambor, un botellón de plástico, en medio de un coro que gritaba ¡fuera!

Luego de un forcejeo con funcionarios de seguridad, el diputado logró entrar en un mar de cámaras y de periodistas aglomerados en la entrada y el trayecto. Se dijo que en el trajín resultaron heridos cuatro diputados.

El foco de la tensión estuvo reducido al trayecto externo del Palacio Legislativo, entre las esquina de La Bolsa y Padre Sierra, que limitan con el edificio por el costado oeste, sector que permaneció custodiado por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana. Otro grupo policial se apostó frente a la plaza Bolívar, al lado de la alcaldía de Caracas.

A Guaidó y demás diputados, mientas se dirigían al interior del recinto, les gritaron que “montaran una Asamblea paralela en la plaza Altamira”, aludiendo a la simbología alcanzada en el pasado por esta plaza del este de Caracas como escenario de furibundas concentraciones opositoras. Al diputado Omar Barboza, quien no logró acceder al Parlamento y permanecía en una de las puertas de entrada, le sugirieron “vete a dormir”, aludiendo al remoquete de “caimán con sueño” con el que es conocido en el mundillo político. También le recordaron lo de los “pozos de las muerte” en sus años como gobernador del estado Zulia.

Entre los asistentes, algunos debatían sobre la necesidad de que la nueva Asamblea Nacional (AN) saliera del estado de desacato. Otros apuntaban que, en todo caso, era el Bloque de la Patria el que “tenía el sartén agarrado por el mango”, ya que con sus 55 diputados se había convertido en la primera mayoría, en vista de la división opositora partida en dos toletes. “Cualquier arreglo debe tener el visto bueno del chavismo, que ha sabido manejar sus pasos”, dijo uno.

Julio Galarraga, uno de los presentes, dijo que todo le parecía “terrible y patético”.

“Este señor (Guaidó) está empeñado en querer ser presidente de la AN y ya no lo es. La gente que lo apoya se volteó contra él. Menos mal que no vi cuando llegó, porque me pongo ciego, la vista se me daña. Yo creo que vamos por buen camino. A nivel territorial a los escuálidos los echamos de aquí. A nivel interno ya se encargan nuestros diputados”, expuso Galarraga.

Otro asistente de nombre Leandro o “Cacique Caracas” confesó que había llegado a las ocho de la mañana. “El señor Guaidó quiso tomar la AN a la fuerza. Se encontró con un pueblo organizado afuera de la Asamblea”, señaló Leandro, quien llevaba el brazalete tricolor en el brazo.

Mujeres como Aguilar Castillo Farili justificaron su presencia para defender el legado de Chávez. “Estoy aquí desde las siete de la mañana defendiendo los ideales de nuestro comandante Hugo Chávez Frías, unos ideales muy bonitos que él nos dejó. Me encuentro hoy defendiendo mi patria, Venezuela, porque nosotros sí la queremos”.

T/ Manuel Abrizo
F/ Miguel Romero
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