El contrato de Kylian Mbappé puede terminar en 2024

Semana tras semana Kylian Mbappé acapara el protagonismo. Le gusta, eso es cierto y lo demuestra. Disfruta. En algunas ocasiones eso de ser el centro de todo es buscado por el propio futbolista, como cuando se acuerda de su ‘pasado’ como madridista y ese sueño que pudo ser realidad, pero que él mismo se empeñó en no cumplir, circunstancia que se le olvida recordar. Otras, cuando alguien filtra, vete a saber el motivo, lo que firmó el pasado mes de mayo con el PSG y la supuesta duración de su contrato.

La estrategia del francés es más que conocida. No es nueva, pero en esta ocasión no va a encontrar la complicidad del Real Madrid. Ahora hay dudas sobre si realmente firmó por dos temporadas más una a su elección o a la del club parisino-catarí. El juego ha empezado de nuevo pensarán muchos. Las cuentas son claras.

En cuanto asome de nuevo el verano ya se vuelve a hablar del interés del Real Madrid, se alarga el chicle y a así hasta que Mbappé se vuelve a subir a lo alto del Parque de los Príncipes y… nuevo contrato al contrato.

La situación ha cambiado y mucho. El campeón del mundo eligió, ejerciendo su derecho, pero las consecuencias están ahí. No hablo de moral, es simplemente una elección económica.

Solo él sabe si se arrepiente o no de haberlo hecho, pero 150 millones de euros brutos por temporada no se los va a pagar nadie. Sin olvidar la famosa prima de fichaje.

Ningún otro equipo se va a acercar a esa cifra, ni a sus peticiones, ni va a caer en la estrategia diseñada para que desde Qatar terminen por poner todos los ceros posibles a un contrato del que Mbappé, aunque quede libre el 30 de junio de 2024, nadie se atreverá a acercarse de nuevo al delantero francés.

Su decisión la adoptó en mayo y esa le acompañará el resto de su vida deportiva, para bien o para mal. Fue una cuestión de números, de dinero, como en su día fue la de Cristiano Ronaldo y el Real Madrid.

Pidió más euros, muchos más y los dirigentes del club blanco ni podían ni quisieron entrar en una subasta que terminó con el portugués en la Juventus y ahora en el Manchester United, pero con CR7 llamando a una puerta que ya está cerrada.

Son momentos, decisiones, comprensibles cuando en 2017 Mbappé apenas tenia 18 años y aparecer en un Real Madrid con Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo en plena forma podría parecer un reto imposible, pero que un lustro después han dejado un rastro de estrategia que jamás se podrá quitar de encima.

Al francés le resultará más que complicado salir algún día de París. El portugués lo tuvo y lo dejó escapar, el francés, lo pudo tener, pero renunció y todo por dinero.

La entidad madridista va a seguir a lo suyo. No esperará nada ni de Mbappé, ni de Haaland, por mucha cláusula que tenga el noruego. Si la operación es clara y la pueden afrontar, se estudiará, pero no van a vivir pendientes de ellos. Ya pueden olvidarse.

T/Marca
F/Archivo