El desesperado periplo del títere imperial clamando más agresiones contra Venezuela

Ahogado en su interminable cadena de fracasos, el bufón de la Casa Blanca emprendió una gira en la cual, además de la búsqueda del oxígeno perdido, urgió por más sanciones y violencia en contra de nuestra patria, comenta el joven politólogo Walter Ortiz

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Desmoronada la imagen como “líder” de la maltrecha oposición venezolana que le fuera prefabricada en laboratorios estadounidenses, desaparecidas su credibilidad y poder de convocatoria en su inagotable caudal de mediocridades, envuelto en innumerables escándalos de corrupción, defenestrado de la presidencia de la Asamblea Nacional (AN) en desacato por sus propios socios, el bufón de la Casa Blanca, Juan Guaidó, partió a tierras extranjeras en busca del oxígeno perdido, en una gira en la cual no cesó de clamar por más sanciones y agresiones contra Venezuela.

El tour, organizado por sus propios amos en un intento por sacarlo de las tinieblas, no parece haber cumplido los objetivos perseguidos, salvo en su primera parada, Bogotá, donde la marioneta imperial asistió a una Cumbre Antiterrorista en la cual, irónicamente, los anfitriones eran dos de los más conspicuos terroristas del mundo: el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y su sirviente, Iván Duque, quien además es también sigüí del pran narcoparamilitar Álvaro Uribe Vélez.

Su salida, a la cual pretendieron revestirla con tintes heroicos desde la mal llamada “prensa libre” -la financiada por los genocidas de Washington- se produjo “en uno de sus peores momentos, marcado por la pérdida de la Presidencia de la Asamblea Nacional (AN) en desacato, la incapacidad para generar movilizaciones y la poca credibilidad ante su base social debido a sus anuncios-promesas que no se hicieron realidad luego de casi un año de su autoproclamación”, de acuerdo con el diario argentino Página12, en un trabajo publicado el martes 21 por el Correo del Orinoco.

“La construcción de una escenografía de apoyo internacional fue entonces una bocanada de oxígeno político en una situación de dificultad sostenida. La gira fue montada para mostrar su reconocimiento como presidente encargado por parte de varios gobiernos, posicionarlo por unos días en un pedestal sobre el cual ya no estaba parado en los últimos meses”, agregó la misma publicación.

Su paseo por la capital colombiana, en el contexto de la mencionada cumbre, no podía tener otro objetivo que el de afinar planes de acciones destinadas a fortalecer el que es el nuevo frente definido por el imperialismo en su agenda de agresiones a nuestra patria: declararla como un país donde se promueve y protegen a supuestos grupos terroristas.

Nada bueno, entonces, podía esperarse para Venezuela en aquel cónclave del terror efectuado en un país signado por el terrorismo de Estado, en el cual durante el primer mes de este 2020 fue asesinado al menos un líder social por día, de acuerdo con cifras publicadas recientemente por la revista Semana, una de las de mayor peso en aquella nación.

Nada de casual tuvo entonces que, en los días posteriores a dicha reunión, el Comando Sur estadounidense y las Fuerzas Armadas colombianas efectuaran ejercicios militares conjuntos, en claros, pero inútiles, intentos de intimidación y amenaza en contra del pueblo venezolano.

Sobre los objetivos de esa Cumbre se pronunció el constituyente Pedro Carreño en su programa Desenlaces, del pasado 24 de este primer mes del año, que transmite TVes, en el cual afirmó que la misma “…tenía como propósito sembrar dos falsos positivos en Venezuela, atentando contra la paz y soberanía de nuestro país”.

Sus objetivos eran “…criminalizar a Venezuela de terrorista; elaborar planes para seguir atentando contra la soberanía del país y revivir el liderazgo de dos zombies de la política”, refiriéndose directamente al par de bufones imperiales, el de aquí y el ocupante de la Casa de Nariño.

En la misma línea, Carreño denunció que apoyándose en la “prensa libre” tarifada en función de los intereses imperiales se acusó a Venezuela de tener presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dentro de su territorio y se señaló al Gobierno Nacional de tener nexos con células del Hezbolá”.

FIASCO EN DAVOS

Los siguientes pasos de la marioneta imperial, llevado en andas por sus amos, estuvieron dirigidos hacia Europa, donde más allá de ser sobredimensionado por los mercenarios de la comunicación, su presencia no tuvo mayor repercusión en sus intentos por acentuar la presión no solo contra el Gobierno del presidente legítimo y constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, sino contra todo el pueblo venezolano.

Prueba de ello puede ofrecerla el titular y el texto de The New York Times, firmado por Mark Landler, titulado “El líder que suponía un cambio prometedor para Venezuela, falla en conquistar Davos”, en el cual, si bien lo tratan con cierta condescendencia -en inútiles intentos por levantarlo- no pueden disimular cierto dejo de decepción.

Afirma el periodista estadounidense, jefe de la Oficina de TNYT, por ejemplo, que en ese Foro Económico -en el cual se reúne la crema y nata del capitalismo y al que llegó por la puerta de atrás el autoproclamado, cuya presencia fue impuesta por sus amos-, “parecía un hombre cuyo momento había pasado”.

En una sala “a medio llenar”, según Landler, el mandadero imperial “luchó para ofrecer nuevas ideas sobre cómo los gobiernos podrían apretar la presión sobre Maduro”, pero el mismo redactor advirtió que “…En un año electoral, Estados Unidos tiene menos probabilidades que nunca de considerar opciones más agresivas, como la intervención militar” e inclusive comentó que “el principal defensor” de este sujeto ante el Gobierno del engendro Donald Trump es su exasesor de Seguridad, John Bolton, hoy envuelto en una ardua polémica con su antiguo jefe, quien también estuvo presente en Davos, “salió de la estación de esquí alpino el miércoles sin ver” al autoproclamado, es decir, lo ignoró por completo.

En sus pretensiones por lograr agresiones mucho más directas contra Venezuela el títere imperial no dudó en comparar nuestra situación con la de Siria, Yemen y Sudán del Sur, naciones sumergidas en terribles conflictos armados, en los cuales tienen la mano metida, no faltaba más, sus amos estadounidenses.

Politólogo Walter Ortiz

Si gris fue su paso por el Foro Económico de Davos, no estuvieron mejor las cosas ni en Inglaterra, Francia o España, donde no fue recibido ni por el jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, ni por el vicepresidente Pablo Iglesias, quien se refirió a él como “un dirigente político muy importante de la oposición en Venezuela”, negándole el tratamiento de “presidente encargado” impuesto desde Washington.

EXPLICAR DERROTAS SUCESIVAS

En opinión del politólogo Walter Ortiz, con la gira que le fue organizada por sus jefes estadounidenses, el autoproclamado buscaba “oxigenarse políticamente a escala internacional, dada la creciente desconfianza de sus aliados como factor eficiente para los planes que se trazaron, especialmente el Gobierno de Estados Unidos, que es quien de forma más enconada se ha mostrado en su determinación de cambiar el régimen político de Venezuela”.

Ortiz, cree que el mequetrefe imperial “…en privado tuvo que dar muchas explicaciones del porqué las sucesivas derrotas de 2019, sumado a una grave fisura, casi a punto de fractura, en el seno de la oposición, con la consecuencia generada en el conflicto interno actual en la Asamblea Nacional en desacato. No descarto que anden en la activación de nuevos escenarios de violencia, ya de agresión externa, más que el esquema de protestas violentas que creo en la situación actual se agotó. Es decir, mientras Donald Trump abiertamente no afirme que el escenario de agresión militar está descartado, no podemos hacer lo propio; el ejemplo claro es el de intentar traer la narrativa del terrorismo en Oriente Medio como lógica en nuestro hemisferio teniendo a Colombia y Brasil, junto al Comando Sur, actuando en ejercicios militares, lo cual indica toda una línea de trabajo que incluso va más allá de las victorias o derrotas que eventualmente pueda tener el autoproclamado”, quien a juicio del analista “es prescindible”.

Walter Ortiz no dudó en subrayar que si el objetivo de la gira de este sujeto “…era buscar apoyos para conjugar las líneas de trabajo entre Estados Unidos y la Unión Europea, de escalar agresiones contra Venezuela. Es evidente su fracaso y tiene que ver con el desgaste de una figura que en 2019 no obtuvo mayores logros a lo interno, llegando en 2020 hasta perder el control del Poder Legislativo. Aunado a esto, los intereses y posiciones de Europa y EEUU con respecto a Venezuela les ubican en visiones distintas de cómo resolver la situación actual en el país”.

“No creo que esta gira modifique sustancialmente esa situación, más allá de posibles agresiones o intentos por alterar la estabilidad, siendo este un año electoral. Pareciera que tiene muy limitadas sus opciones a partir de este momento, más si pretenden seguir su empeño extremista”, continuó el joven politólogo.

El también articulista del Correo del Orinoco, entiende el periplo internacional del bufón imperial “…como un episodio más de la agresión contra Venezuela. Basta con pensar que si los ‘tanques de pensamiento’ estadounidenses estiman una posible derrota en las elecciones de la Asamblea Nacional, pues entonces harán todo por colocar obstáculos al proceso electoral. Lo que sí observo distinto en esta fase es que la agresión sería más directa, más coaligada, de afuera hacia adentro del territorio nacional. No como la ejecutada en los episodios violentos de 2013, 2014 y 2017”.

Por esas razones, Ortiz advierte que “…no podemos descartar acciones de esta naturaleza. La narrativa del Gobierno estadounidense es agresiva y bajo la manga deben tener fórmulas violentas, más allá de tener que visualizar otras opciones por necesidad. Básicamente, las derrotas sucesivas en 2019 y en estos seis años de abierta ejecución de un plan insurreccional contra las instituciones del país, les imponen escenarios que no tenían en su agenda”.

PROBLEMA INTERNO

Walter Ortiz delineó las alternativas que pudieran ir manejando los genocidas de Washington, dado el hundimiento del barquito de papel en que terminó convertido aquel a quien consideraban su buque insignia en el intento de derrocamiento del Gobierno Bolivariano:

-“Escalar hacia una agresión directa en el campo militar, que tiene muchas formas de ser ejecutado o enrumbar a la oposición por el camino electoral, como al parecer ha sido el exhorto que hemos visto de la Unión Europea incluso en la vocería de Josep Borrell. En ese péndulo giran mil formas. Ahora, no debemos sacar de la ecuación 2020 que hay elección presidencial en Estados Unidos y creo que Trump necesita sostener el tema Venezuela, una narrativa agresiva incluso con posibilidad de trascender a acciones, para favorecer su propia candidatura en estados claves como Florida”.

Dentro de ese contexto, el tour organizado por la Casa Blanca para su títere, en opinión del politólogo, “internacionalmente le genera adeptos, pero el problema es más de fondo:

–“El tema con él es que fue un líder impuesto por EEUU, que no se ganó esa condición en la oposición en ninguna arena y tampoco ha logrado ningún triunfo concreto. Por mucho que pueda haberte oxigenado afuera está gira, el problema va a lo interno de la oposición, en casa, y ese conflicto se sigue incrementando con el pasar de los días, por lo tanto ese oxígeno es limitado y creo que sus opciones también. Todo ello sin dejar de observar errores propios, dejando ver mucha improvisación y desconocimiento de algunos elementos básicos de la política exterior actual”.

En vista de tan magros resultados con la gira del títere, el analista advierte sobre los peligros de que traten “…de avanzar ahora la narrativa a colocar a Venezuela como ‘país promotor del terrorismo’. A eso hay que salirle al paso hábilmente desde la Celac y la ONU”.

-”Creo que debe posicionarse la clara visión del Gobierno estadounidense de querer imponer por la fuerza unilateral una solución al tema de Venezuela a espaldas de los deseos y anhelos de nuestro pueblo. La democracia en todos los órdenes está en peligro”, precisó.

Concluye Walter Ortiz recalcando la necesidad de profundizar en “los medios y acciones para garantizar un proceso electoral de la Asamblea Nacional con la mayor participación posible de todos los actores. El presidente Nicolás Maduro ha expresado una iniciativa importante en el sentido de consolidar una hoja de ruta con la oposición para ello y teniendo el acompañamiento internacional de un grupo de países que han rechazado soluciones de fuerza”.

T/ Jimmy López Morillo
I/ Edgar Vargas
F/ Archivo CO