“El diario de un loco” se instala en el TET de Caracas

Montar un monólogo como el “Diario de un loco”, basado en un cuento del ruso Nicolái Gógol es una reto muy difícil. En Venezuela recordamos la puesta del TET, donde Carlos Sánchez Torrealba logró una actuación magistral.

Ahora, Ángel Pelay, acepta el reto por cinco fines de semana. Y para el viernes 5, sábado 6 y domingo 7 de noviembre, desde las tres de la tarde, estará el Sala TET en Caracas.

La Sala TET está en el Tetatro Luis Peraza, al lado de la iglesia San Pedro en Los Chaguaramos de Caracas. «El diario de un loco” narra la vida de Aksenty Ivanovich Poprishchin, un funcionario noble de una institución pública de Ucrania, que va perdiendo la lucidez mental, sin perder del todo el arte de escribir.

El personaje en su diario va anotando las vivencias de su vida cotidiana desde el 3 de octubre, cuando por quedarse dormido llega tarde a su trabajo y al conseguirse a la hija del director, siente que se enamora perdidamente de ella.

Más adelante descubrirá que ella está comprometida y la desilusión lo alcanza, éste va pasando por situaciones irreales, cotidianas y graciosas durante su desvarío, desde conversaciones con una perrita llamada Medjy, lectura de cartas imaginadas por él que se escriben las dos perras, descubrimientos fantasiosos como que España y la China son el mismo país, que todas nuestras narices viven en la luna y que la tierra quiere sentarse sobre ésta, hasta que se auto-proclama Rey de España, la obra finaliza con su locura más potente en febrero del año 343, cuando dentro de un sanatorio mental pide ayuda a su madre porque siente que en el mundo ya no hay sitio para él.

Una hora

“La versión que realizaré será de una hora. Es un reto muy interesante porque es una pieza muy exigente dramáticamente”, acotó de entrada Pelay. Su curriculum incluye otros unipersonales en su haber como “El hombre de la rata”, del siempre recordado Gilberto Pinto. Eso sí, aclaró que “no busco un género en específico. Todas las obras en las que he actuado han llegado a mí de alguna manera y lo valoro”.

Considera que “la riqueza en ser actor, está precisamente en la heterogeneidad de los personajes que te toque representar, así como en la diversidad de los géneros, estilos y autores de las obras en las que tengas que trabajar, ya que ello te abre mundo en cuanto a lo artístico, social y cultural. Ahora bien, quizás si he participado la mayoría de las veces en dramas, pero la comedia así como otros géneros han estado presente a lo largo de mi carrera como actor y estoy abierto a lo que venga”.

“Desde que comencé siempre estuve claro que lo mío es actuar, con el pasar del tiempo, por curiosidad y obligación, he tenido que incursionar en otras áreas, como la producción, también creo que por las ansias de querer aprender y es que cuando tienes la posibilidad de conectar con las otras áreas involucradas en el proceso creativo, definitivamente te haces mejor actor y es porque te haces más humano”, reflexiona sobre su polifacética actividad en las artes escénicas.

T/Eduardo Chapellín
F/Cortesía TET