El fraude y la abstención, grandes ganadores en los comicios colombianos

Es casi imposible que se puedan auditar los resultados de los comicios debido a que la transmisión de datos fue hecha vía telefónica sin respaldo de actas. 53% de los colombianos no sufragaron o lo hicieron nulo o en blanco

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El pasado domingo, Colombia desarrolló su proceso de elecciones parlamentarias y de consultas abiertas para la escogencia de candidaturas presidenciales, la gran noticia en torno a ello no fueron los resultados sino la cantidad de irregularidades ocurridas.

El fraude

No había transcurrido la mitad de la jornada electoral cuando un hecho insólito ya empañaba el proceso: en varias regiones del país se habían agotado los tarjetones de votación. Más insólita fue la respuesta del organismo encargado de la logística, la Registraduría Nacional de Colombia, que autorizó a los ciudadanos a llevar fotocopias de los tarjetones y sufragar con ellas.

Se trató de un hecho deliberado, no puede existir otra explicación, ya que el censo de electores neogranadinos alcanza las 36 millones de personas. En las consultas abiertas de candidaturas apenas sufragaron 9 millones. Es decir, en ningún momento hubo una inesperada concurrencia que sobrepasara los cálculos necesarios para la distribución del material electoral.

La compra de votos también estuvo presente en varias regiones de la nación neogranadina. Así lo informó el medio web La Silla Vacía, que divulgó testimonios de cómo se pagaba a la gente para votar a favor de determinadas tendencias.

Además de ello, las instituciones electorales de la vecina nación ejecutaron otras medidas insólitas. Gustavo Petro, el candidato ganador de la consulta de los sectores de izquierda lo dibuja en tuit: “Busquen en la página de @Registraduria el resultado de las consultas de cualquier mesa en Colombia, nunca lo encontrarán. La razón?: los datos se dieron por teléfono sin huella digital. ¿Que para eso están los testigos? No nos los permitieron. ¿Es un fraude? Sí”.

Advierte también Petro: “No puedo verificar que los resultados dados por la Registraduría en mi consulta sean ciertos, no solo no están disponibles en línea por mesa y no lo estarán nunca, sino que contrario al fallo de la justicia, me negaron los testigos electorales en las mesas”.

En esas condiciones, auditar el proceso de votación y los resultados es prácticamente imposible. En efecto, es imposible en la página web de la Registraduría conocer en detalle los resultados.

La abstención

51% de los electores colombianos no acudieron a votar. Además de ello, hubo un millón cien mil votos nulos, una cifra muy superior a la obtenida por el candidato mas votado al Senado, el cuestionado ex-presidente Álvaro Uribe Velez. Más de 800 mil electores sufragaron en blanco. En resumen, menos de 17 millones de personas sufragaron efectivamente.

La farsa y los resultados

Los grandes medios de comunicación colombianos cocinaron otra farsa electoral, el presunto triunfo contundente del uribismo en los comicios: la farsa. Los resultados del domingo reflejaron un panorama muy diverso en las preferencias del pueblo colombiano. La izquierda obtuvo un importante caudal electoral, la Unión Patriótica, casi exterminada en las décadas de los 80 y los 90, retornó al Parlamento. Los pueblos originarios eligieron mayoritariamente a los congresistas del Movimiento Alternativo Indígena y Social, aliado de la izquierda.

El Polo Democrático Alternativo también obtuvo una importante representación parlamentaria. La Alianza Verde, que suma a sectores de centro y centroizquierda también obtuvo una notable votación y representación al Congreso. Con respecto a la votación de Iván Duque, el candidato escogido por el uribismo, obtuvo 4 millones de votos en la consulta interna de la derecha, menos del 24% de los votos posibles. Gustavo Petro incluso superó la votación de Duque en casi todo el país, excepto en el departamento de Antioquia.

En definitiva se trató de un proceso que dista mucho de la transparencia y de la igualdad de garantías para todos los actores políticos.

T/ Chevige González Marcó
F/ Agencias
Caracas