¿El fuerte siempre gana?

Muchas creencias sobre negociación se apuntalan en dichos populares, y llevan a costosos errores. Roger Fisher considera que obtiene mejores resultados quien mejor utilice conductas y técnicas de negociación, no, la fuerza.

Otra percepción de la negociación -que produce fallas- es no medir adecuadamente la realidad del poder con que se cree contar.

Al evaluar la negociación que se lleva a cabo entre el Gobierno Nacional y la Mesa de la Unidad (MUD) es notable como utiliza cada parte sus fuentes de poder.

La oposición fanfarronea públicamente insinuando poseer mucho poder y fuerza. Su pueril pataleo “O me dan lo que pido o no negocio”, muestra lo contrario.

Nadie duda del peso del poder mediático internacional y el de los intereses financieros que sostienen a la MUD. Tan real como el bloque de gobiernos enemigos debido a nuestra posición antiimperialista.

Evidente el peso de estos factores de presión externo en la medición de los factores de negociación. ¿Pero que sucede en el campo interno? Aquí, lo contrario, otras variables han venido sumando fuerzas al Gobierno y restándolas a la MUD.

Dato que los negociadores de la Mesa deben evaluar, pues confieren aumento del poder de unos y lo disminuyen en el otro.

Los datos a medir en esta balanza del poder son de diverso signo: el exiguo resultado político, económico, social que en dos años ha tenido la Asamblea Nacional (AN) en manos de Henry Ramos Allup y Julio Borges. El resultado obtenido por el Gobierno al sumar mas de 8 millones de votos para instalar la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La terrible decepción y rechazo popular a las políticas de la violencia y el terror de la MUD que después de 105 días se anula abruptamente y sobre ello nada se explica. El resultado de las Elecciones Primarias, en las que las fuerzas radicales de la MUD son perdedoras. El colmo, el partido AD, con menos votantes salió ganador.

Sin duda la amenaza de invasión militar, como factor de presión al Gobierno disminuye. Debido a: 1. La evolución del tema iraní. 2. La nueva realidad al surgir la amenaza nuclear de Norcorea. 3. Aumento de las acciones terroristas de ISIS. 4. Los efectos, sociales y económicos devastadores de los huracanes en las finanzas de Estados Unidos. 5. El peso del número de participantes de la negociación en Dominicana: cuatro países, mas el Vaticano. Además adhieren cinco países al diálogo. 6. La declaración de Trump apoyando el dialogo el 16 de septiembre y la contradictoria expuesta en la ONU, que debe ser leída en otro contexto.

No siempre el “fuerte” que fanfarronea con su fuerza gana mas.

T/ Tulio Monsalve
tuliomon@gmail.com
Etiquetas