El Gabán Tacateño celebra que el golpe tuyero tenga generación de relevo

El músico y cultor mirandino Enemecio Antonio Sánchez Piñero, mejor conocido como el Gabán Tacateño celebró sus 81 años compartiendo con familiares, amigos y allegados, en La Pastora, específicamente en un club deportivo ubicado en la Puerta de Caracas. A la rumba asistieron diversas personalidades, incluyendo el cantautor Edgar Parra, la poetisa Josefina Domínguez, el poeta Jesús Amado Bracho, entre muchos otros.

Leonardo Rodríguez, presidente de la Organización Deportiva Cultural Fuente de Talentos, fue uno de los organizadores de la merecida celebración. En el evento también se le hizo un homenaje póstumo al maestro Valentín Caruci, quien presidió la Sociedad de Autores de Venezuela (Sacven).

El hijo ilustre de Güare, Tácata, estado Miranda, aprovechó la reunión por su aniversario para pedirle públicamente al presidente Nicolás Maduro Moros, un vehículo para trasladarse a los diferentes toques, tanto en Caracas como en el interior. «Es para seguir representando nuestra música tuyera por toda Venezuela”, argumentó.

“No estoy pidiendo un carrote blindado, sino un carrito donde entre el arpa y el arpisto. No pido que me lo regalen, sino para pagarlo en plazos”, aclaró.

También quiere recuperar el mural que le mandó a levantar el Comandante Eterno Hugo Chávez, y que está situado cerca del comando de la policía en la parroquia Santa Rosalía. Amigos de él señalan que lo pueden reparar, pero solo necesitan los materiales.

Este patrimonio cultural de Miranda y de la nación, ha compuesto unas dos mil canciones y grabado unos 72 discos, según su cuenta. Algunos temas conocidos son «Un hijo para el cuartel», «La lambada tuyera», «El pañuelito rosado», «El baile del pesca’o», “El perrito mirandino”, “Un canto para Caracas”, “Un canto para Los Teques”, “El Culucucú Tuyero”, “Cuando me robaron el arpa”, “Despedida de un soldado”, “Un canto para mi esposa”, “Un canto para rosa”, “Caminito verde”, “Un año que no te abrazo”, “La mujer regresó anoche”, “La niña”, “No me pregunten por ella”, “Ca’ratico” y “Las muchachas de Petare”, entre muchas otras.

Hay relevo

El cultor es un reconocido exponente del denominado joropo central o tuyero, variante que se compone del arpista (o arpisto, como prefieren autodenominarse) y el cantante que, usualmente, toca las maracas, lo que constituye una configuración mínima ideal para formar la fiesta, conocida popularmente como “arpa, maraca y buche”.

Durante muchos años célebres intérpretes como Pancho Prin, considerado “El Rey del canto mirandino”; Pedro Pablo Romero, “El Chirulí de Aragua”; Quintín Duarte; Ricardo Ramos, “El Loro de Miranda”; Mario Díaz; Dionisio Bolívar, “El Ángel Negro”; y Margarito Aristiguieta, entre otros, también aportaron a el género tradicional con sus peculiares estilos.

Enemesio Antonio Sánchez Piñero o El Gabán Tacateño, hoy es también una referencia a la hora de hablar sobre el joropo central.

“Hay bastante gente entre cantantes y arpistas que no llegan a los cincuenta años y están dando que hablar”, celebró El Gabán Tacateño en conversación con el Correo del Orinoco.

Entre los intérpretes de relevo citó a Miguel Arteaga, Alvaro Ramos, Cruz González y William Andrade. Y entre los arpistos de las nuevas generaciones mencionó a Yustardi Laza, Riberth Castro, Juan Carlos Aponte, Roberto Rodríguez y Juan Manuel Ruiz, entre otros.

También recordó como una cantera para mantener viva la tradición musical venezolana, a la escuela Saberes de Venezuela, situada en las Brisas de Charallave, cerca del aeropuerto. Bajo la tutela de Carlos Torrealba en ese plantel se enseña el canto, el toque del arpa y el baile del joropo o golpe tuyero: “Está formándose una buena camada”.

Sánchez rememoró que practica este género desde el año 1964, tras haberse carnetizado como músico. “Para poderme carnetizar tenía que ponerme un nombre artístico y un día me preguntaron de dónde era, yo les dije que soy de Tácata y de ahí surgió el nombre del Gabán Tacateño”, explicó.

En entrevista concedida el año pasado a Emmanuel Chaparro Rodríguez de Ciudad CCS y también con otros colegas en diferentes épocas, el cultor ha señalado sobre los temas que ha compuesto, que las letras son producto de sus vivencias.

Por ejemplo en «Despedida de un soldado», acotó que cuando fue reclutado en los años sesenta, su madre fue a visitarlo al cuartel y no le permitieron verlo: “Después se montó en el autobús que iba saliendo a Maturín y desde la ventanilla mi madre me echó la bendición”.

También le cantó a los líos en que se metió por ser «picaflor», como se puede escuchar en el tema «Lo que me pasó en el Metro», que describe una situación pintoresca con una amante que lo acompañaba y su esposa, que junto a sus hijos viajaban en el mismo vagón del subterráneo: “Yo iba con una catira que tenía en El Junquito y me dijo, ‘Gabán, para que no sigas a pie yo te voy a comprar un carro’, entonces iba con mi catira dentro del Metro e íbamos a buscar los reales que me iba a regalar para comprar el carro; pero en la estación de Chacaíto se montó mi esposa con mis hijos más chiquitos. Yo estaba tomado de mano con mi catira y mi hija menor Roselyn, quien era una niñita en ese momento le dice, ‘Mami, aquí va mi papi, va con una catira’. Le solté la mano a la mujer, pero mi esposa Rosa se dio cuenta y se formó aquella algarabía en el Metro”.

De ahí que siempre ha recalcado que las mujeres se convirtieron en sus musas para relatar historias. “En aquel entonces era muy joven y actualmente me considero un cartucho quemado”, bromeó.

Claro está, sus inspiraciones también abarcan aspectos relacionados a las modas de cada época, como «El Culucucú Tuyero», «El baile del perrito, «La lambada tuyera», hasta situaciones del día a día y anecdóticas como «cuando me robaron el arpa» y «Un hijo para el cuartel».

Inolvidable premio

En 1987 se realizó el Festival Una Canción para Caracas en el Teatro Municipal y el Gabán Tacateño se hizo merecedor del primer lugar con su tema «Un canto para Caracas», gracias al criterio y la decisión de un jurado que estuvo integrado por personajes importantes del folclor venezolano como Miguel Delgado Estévez, Morella Muñoz, Luis Alfonso Larráin, Chelique Sarabia, Alfredo Cabrera y Jesús Rosas Marcano

“De todos los premios que he ganado este ha sido el más significativo, porque gracias a ello pude construirle una vivienda a mi familia. Me siento muy orgulloso de haber participado junto a 560 poetas, compositores y músicos como Billo Frómeta, Ilan Chester, Simón Díaz, Pedro La Corte, Un Solo Pueblo, Cecilia Todd. ¡Puros grandeligas! También gracias a la música tuyera he logrado ser patrimonio cultural y patrimonio viviente de la nación”, agradeció.

Por supuesto que ha obtenido otros galardones que reconocen la labor realizada por enaltecer la tradición musical venezolana. Entre ellos El Coplero de Oro, Miranda de Oro, Zamora de Oro, Florentino de Oro, Campesino de Oro, Canario de Oro, «además de haber puesto a bailar a una buena parte de la población venezolana con mi música mirandina».

También reconoce el apoyo de los arpistos que los acompañaron sus grabaciones y saraos, tales son los casos de Valerio “El Joven” Calzadilla, Gabriel Rodríguez, Agrispín Laza y su hijo Yustardi, José Luis Blanco “El Puma”, Martín Ayala. También le ha metido a las colaboraciones como en una producción junto al grupo Un, Dos, Tres… y Fuera, que suele usar una instrumentación compuesta de bajo, guitarra, teclado, saxofón y batería para la interpretación del joropo tuyero y sus variantes.

Actualmente mantiene su programa radial El Fiestón Tuyero, que se transmite por Radio Nacional de Venezuela 91.1 FM, los domingos de doce del mediodía a dos de la tarde, siendo retransmitido por 82 emisoras del país: “Yo empecé a trabajar en la radio en 1974 en Radio Valles del Tuy. De ahí me vine a las emisoras de Caracas”.

Al principio el artista incursionó en la interpretación de rancheras y vallenatos con grupos que amenizaban en bares de Caracas, a comienzos de los años sesenta. Y gracias a su esposa, que le encantaba bailar joropo, saltó a la música tuyera, un cambio que lo tiene en el corazón de los amantes de nuestro folclore.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Cortesía L.R.