El Gobierno de EEUU: 10 veces derrotados en una sola jornada

Con una votación contundente como las que hace 27 años ocurren consecutivamente ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), fue aprobada en Nueva York la propuesta de resolución que exige al Gobierno de los Estados Unidos el fin del levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.

Con una votación de 189 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel) y ninguna abstención, la Asamblea General de la ONU condenó las medidas unilaterales y coercitivas que ejerce Washington contra la Mayor de las Antillas, desde el año 1962.

Dos países, Moldavia y Ucrania, fieles aliados de Washington prefirieron ausentarse de la votación antes que contrariar a la Casa Blanca, no obstante, dicha acción no cuenta como abstenciones.

La resolución en torno a la «necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba», tuvo una victoria histórica. La delegación cubana festejó por todo lo alto y los acompañaron las representaciones diplomáticas de países amigos.

Las maniobras

La delegación estadounidense, consciente de la inminencia de una aparatosa derrota, intentó dilatar y desfigurar la propuesta de resolución mediante la presentación de ocho enmiendas.

Eso significó para Washington ocho derrotas consecutivas en las votaciones realizadas en la Asamblea General de la ONU. Una demostración de lo aislado que se encuentra el Gobierno de estados Unidos en su propósito de continuar imponiendo medidas coercitivas y unilaterales.

10 derrotas en una

En su cuenta de Twitter, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel celebró el triunfo de su país, que también es un triunfo de los pueblos contra la arrogancia estadounidense.

Díaz-Canel afirmó: «Victoria de nuestra #Cuba. Sufren los #EEUU 10 derrotas en una. Los pueblos del mundo votaron por #Cuba porque saben que nuestra causa es verdaderamente justa. A #Cuba se respeta. Por #Fidel y #Raúl por la #Revolución y por el pueblo cubano #NoMasBloqueo”.

Reacciones

Los cuestionamientos al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba provinieron de países y organizaciones de todo el mundo. Algunos impensables.

Ayer, por ejemplo, a nombre de la Unión Europea, el representante de Austria señaló: “Estas sanciones afectan los intereses económicos de la Unión Europea, pues violan las normas del comercio”.

El representante de Guinea Ecuatorial resaltó la adhesión de su país a la postura del Movimiento de Países No Alienados (Mnoal) de recohazo a las medidas coercitivas y unilaterales. Manifestó: “Cómo en ocasiones anteriores durante estos años, la República de Guinea Ecuatorial se siente complacida de levantar la palabra contra el embargo hacia Cuba”.

Por su parte la delegación de Grenada expresó que su país “mantiene su oposición al embargo que perjudica al pueblo de Cuba y condena las medidas unilaterales que limitan la soberanía”.

El representante de Birmania dijo que su “delegación se suma a la mayoría de los países miembros de las Naciones Unidas para que se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, el cual no tiene ninguna justificación en un sistema basado en reglas”.

En la jornada del miércoles, 31 delegaciones habían expresado su rechazo al bloqueo a nombre de organizaciones y naciones. Entre ellas estuvo el Movimiento de Países No Alineados, cuya vocería la asume Venezuela en su carácter de presidente protémpore del organismo que agrupa a 120 países.

El discurso de Washington

Lejos de asumir cualquier atisbo de autocrítica, la delegación estadounidense liderada por la embajadora Nikky Haley se atrevió a decir que el resto del mundo estaba “equivocado”.

“No tenemos problema con estar solos” dijo Haley, y añadió que “las Naciones Unidas no tienen la potestad de poner fin al embargo (bloqueo) contra Cuba”. ¿Entonces Estados Unidos sí tiene potestad para ejercer medidas coercitivas y unilaterales contra otros países?

¿Qué o quién le otorga a Washington la potestad para aplicar acciones extraterritoriales que significan la violación de la soberanía de otros países y el sufrimiento para otros pueblos?

El discurso del canciller cubano

Por razones de espacio no podemos reproducir íntegro el discurso, que pronunció ayer en Naciones Unidas, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla. Sin embargo intentaremos señalar extractos fundamentales de su intervención.

El bloqueo contra los niños cubanos

“El 25 de junio de 2018, el niño Adam López Macías, de 181 días de nacido, fue intervenido quirúrgicamente para corregir un defecto congénito de inversión de las grandes arterias del corazón, que amenazaba su vida. La cirugía duró cinco horas. Su delicada condición, una posterior hipotensión y bradicardia obligaron a mantenerlo con su pequeño esternón abierto hasta el día 29, es decir 96 horas.

El bloqueo impide que los niños cubanos que sufren de bajo gasto cardíaco postoperatorio, complicación más frecuente de la cirugía cardio-pediátrica, dispongan del mejor tratamiento como es el “Sistema Avanzado de Apoyo Ventricular Pediátrico” que producen, y protegen con patentes las compañías estadounidenses Heart Ware International Inc. de Massachusetts y Thoratec Corporation, de Pleasanton.

¿Cómo medir su dolor y el de su familia?

Adam se recuperó gracias a la profesionalidad  y la consagración del personal de salud cubano y al esfuerzo de un país entero”.

Washington lanza golpes contra la salud del pueblo cubano

“La compañía Illumina es líder mundial en la Secuenciación de Próxima Generación (NGS) que garantiza el diagnóstico más certero del cáncer y es la base para la medicina de precisión y el tratamiento personalizado de los pacientes. Los proveedores de medicamentos personalizados generalmente exigen ese tipo de diagnóstico para suministrarlos.

En 2017, fallecieron en Cuba 224 personas por cada 100 mil habitantes sin disponer de esos tratamientos debido al bloqueo.

En el último año, más de 30 compañías estadounidenses como Agilent,  Cook Medical y Thermo Fisher Scientific rehusaron vender a la compañía Medicuba, medicamentos, insumos y equipos imprescindibles para nuestro sistema de salud o no respondieron a su reiterada solicitud.

Son incalculables los daños humanos ocasionados por el bloqueo que califica como acto de genocidio a tenor de los incisos b y c del artículo 2 de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Es, incluso, una violación del Derecho Internacional Humanitario. No se puede contabilizar el sufrimiento humano”.

¿Censura y opresión? La de Washington

“Por otra parte, el bloqueo es el principal impedimento al flujo de información y al más amplio acceso a Internet y las tecnologías de la información de los cubanos, al dificultar y encarecer la conectividad del archipiélago, condicionar el acceso a sus plataformas y tecnologías, y utilizar el ciberespacio para actos de “cambio de régimen”.

Igualmente, dificulta los vínculos culturales, académicos, científicos, deportivos y de la sociedad civil.

En ejercicio de esta política hostil, el Gobierno estadounidense, con pretextos increíbles y motivaciones políticas reales, incumple la cantidad de visas de emigrantes para cubanos pactada en los acuerdos migratorios vigentes; encarece y dificulta la reunificación familiar, los viajes temporales de cubanos a su territorio y restringe los vínculos familiares.

El bloqueo constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de las cubanas y cubanos, y ha sido y es un impedimento esencial a las aspiraciones de bienestar y prosperidad de varias generaciones.

Dichas políticas afectan asimismo a los cubanos que residen en los Estados Unidos.

El bloqueo es opresivo también para los ciudadanos estadounidenses a quienes limita, injusta y arbitrariamente la libertad de viajar a Cuba, único destino prohibido para ellos en el planeta”.

EEUU sin autoridad moral

“Si el Gobierno de Estados Unidos quiere debatir y votar iniciativas sobre derechos humanos o los objetivos de desarrollo sostenible, estamos prestos a hacerlo de inmediato en cualquier órgano, momento y bajo cualquier tema pertinente de la agenda.

Continuaremos alentando el diálogo y la cooperación como la única forma de favorecer el progreso en el ejercicio de los derechos humanos, y mantendremos nuestra activa y constructiva participación en el Consejo de Derechos Humanos, en su ejercicio de Revisión Periódica Universal y en la cooperación con todos, absolutamente todos, sus mecanismos universales.

El Gobierno de los Estados Unidos no tiene la menor autoridad moral para criticar a Cuba ni a nadie en materia de derechos humanos. Rechazamos la reiterada manipulación de estos con fines políticos y los dobles raseros que le caracterizan.

Su Gobierno es responsable de crímenes contra la humanidad. Fue el que usó el arma nuclear contra la población civil. Es el que desarrolla armas de exterminio en masa, inicia una nueva carrera armamentista, perfecciona las armas nucleares, las convencionales de gran letalidad, las autónomas y militariza el ciberespacio y el espacio ultraterrestre.

Su Gobierno es el que estableció dictaduras militares y organizó sangrientos golpes de Estado. Con sus guerras de los últimos años ha ocasionado millones de muertes, muchas de ellas personas inocentes, y oleadas de refugiados con el consiguiente sufrimiento humano.

Ese Gobierno ha utilizado las ejecuciones extrajudiciales, el secuestro y la tortura. Mantiene presos indefinidamente en un limbo jurídico, sin defensa, tribunales ni debido proceso en la prisión de la Base Naval de Guantánamo que usurpa ilegalmente nuestro territorio.

El Gobierno de Estados Unidos es autor de violaciones de derechos humanos de sus propios ciudadanos, especialmente afroamericanos e hispanos, de las minorías, los refugiados y los migrantes”.

No ven su ombligo

“En medio de la opulencia de ese país, 40 millones de estadounidenses viven en condiciones de pobreza y 52 millones en comunidades empobrecidas. Más de medio millón de sus ciudadanos duermen en las calles sin que usted los mencione.

El 12% de los ciudadanos carece de seguro médico y se privará de este a millones de personas de bajos ingresos. La educación de calidad no está al acceso de las mayorías que su Gobierno ni representa ni defiende. La igualdad de oportunidades en Estados Unidos es una quimera. El Gobierno que usted integra es un gobierno de millonarios que impone políticas salvajes.

Las mujeres reciben, por igual trabajo, el 82% del salario de los hombres; si son afroamericanas, el 64%, y si son latinas, el 62%. Las denuncias por acoso sexual son generalizadas.

La riqueza media de las familias blancas es siete veces mayor que la de las familias afrodescendientes. Muere el doble de niños afroamericanos menores de un año que los niños blancos. Las madres afroamericanas tienen entre 3 y 4 veces más, la probabilidad de morir en el parto que las madres blancas y la mitad de ellas podría salvarse con mejores atenciones que el Departamento de Estado jamás reclama.

Hay un patrón racial diferenciado en la población penitenciaria norteamericana, en la duración de las sanciones de privación de libertad, en la ejecución de la pena capital, aplicable a menores y discapacitados mentales; y en las muertes atroces por disparos de la policía.

Su Gobierno construye muros, separa de sus padres a emigrantes menores, incluso a niños pequeños que ha encerrado en jaulas.

Estados Unidos es parte de solo el 30% de los instrumentos de derechos humanos, y no reconoce el derecho a la vida, a la paz ni al desarrollo ni a la seguridad ni a la alimentación ni los derechos de las niñas y niños. Nadie puede sorprenderse que ustedes hayan abandonado el Consejo de Derechos Humanos”.

¿Elecciones libres?

“A 6 millones de estadounidenses de bajos ingresos se les impidió votar en las últimas elecciones presidenciales y probablemente se les impedirá votar el próximo martes. En la Florida, el 21% de los electores afroamericanos son privados del sufragio.

Crecen juntos la información falsa y el monopolio de las plataformas tecnológicas de la comunicación y de la generación de contenidos.

El Gobierno estadounidense interviene sin escrúpulos en los procesos electorales y en los asuntos internos de la mayoría de los estados del planeta”.

EEUU y sus agresiones contra naciones latinoamericanas

“Trata de derrocar por la fuerza al Gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, utiliza contra ella una brutal campaña de difamación y la amenaza militar, mientras llama a la violencia y al golpe de Estado.

Interviene y trata de desestabilizar a la República de Nicaragua.

Realiza actos de injerencia en los asuntos internos del Estado Plurinacional de Bolivia.

Pretende ejercer dominación imperial en “Nuestra América” e invoca nuevamente la vetusta, agresiva y peligrosa Doctrina Monroe y la “diplomacia de las cañoneras”. Redespliega su IV Flota y aumenta la cantidad y el poderío de sus bases militares en la región”.

Los daños económicos del bloqueo

“Los daños cuantificables, acumulados por el bloqueo durante casi seis décadas de aplicación, alcanzan la cifra de 933 mil 678 millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro. Calculados a precios corrientes, ha provocado perjuicios por más de 134 mil 499 millones 800 mil dólares.

Solo en el último año, causó a Cuba pérdidas en el orden de los 4 mil 321 millones 200 mil dólares.

Con los ingresos dejados de percibir por exportaciones de bienes y servicios y los costos asociados a la reubicación geográfica del comercio, que nos impone disponer de altos inventarios, el Producto Interno Bruto de Cuba habría crecido, a precios corrientes, en el último decenio, alrededor de un 10% como tasa promedio anual.

Frente a las dificultades, Cuba ha conseguido avances en su economía y brinda amplia y solidaria cooperación internacional a pesar del bloqueo y la prohibición de créditos multilaterales, a la par que ha alcanzado niveles de desarrollo humano y justicia social universalmente reconocidos.

El bloqueo continúa siendo el obstáculo fundamental a la implementación tanto del Plan Nacional 2030 como de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”.

La Independencia de Cuba

“Desde la ocupación militar de Cuba, en 1898, por parte de Estados Unidos, para impedir nuestra independencia, ya ganada en prolongada epopeya, ha sido esta una relación marcada por el empeño de los gobiernos estadounidenses en controlar el destino de Cuba, frente a la inquebrantable determinación de los cubanos de defender su independencia y libre determinación.

Hoy, Cuba es una nación absolutamente independiente, dueña de su destino, que desarrolla relaciones de respeto y disfruta de vínculos de amistad y cooperación con todos los países del mundo. Es una conquista alcanzada con el sacrificio de varias generaciones, que defenderemos al precio que sea necesario.

Con los Estados Unidos tenemos relaciones diplomáticas, algunos episodios de diálogo oficial y desarrollamos cierta cooperación mutuamente ventajosa en un grupo limitado de áreas.

Pero el signo definitorio de la relación bilateral continúa siendo el bloqueo económico, comercial y financiero que castiga a todo el pueblo de Cuba, inspirado en sentimientos de dominación, intolerancia ideológica y venganza política.

Tenemos disposición para la convivencia pacífica, dentro de las profundas diferencias con el Gobierno de Estados Unidos, basada en el respeto mutuo, la igualdad soberana y el beneficio de ambos pueblos.

Cuba dispuesta al diálogo

“Como expresó en este mismo podio, el pasado 26 de septiembre, el presidente Miguel Díaz-Canel, cito: “Cuba siempre estará dispuesta a dialogar y a cooperar desde el respeto y el trato entre iguales. Nunca realizaremos concesiones que afecten la soberanía e independencia nacional, no negociaremos nuestros principios, ni aceptaremos condicionamientos”.

Las cubanas y cubanos de todas las generaciones guardaremos invariable lealtad al ejemplo de José Martí para proclamar con igual convicción: “Antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria, primero se unirá el mar del sur al mar del norte y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.

T/ Chevige González Marcó
F/ Agencias/ Cubadebate
Caracas