El hambre puede ser emocional e impactar en tu nutrición

Revisa tu relación con la comida

Es común que las emociones manipulen algunas situaciones de nuestras vidas, así puede pasar al momento de tomar la decisión de comer algún tipo de alimentos. La psicóloga Isabel Menéndez, en su libro “Alimentación Emocional” publicado en el año 2006, indica que esta acción “está íntimamente relacionada con la construcción de las emociones y la expresión de los sentimientos. Por eso algunos conflictos emocionales se expresan a través de alteraciones relacionadas con la nutrición”.

De igual forma, enuncia que “identificar los estados de ánimo que llevan a rechazar o a deglutir la comida, es el camino para superar determinados desórdenes de la alimentación y para restablecer una relación amorosa y equilibrada con nuestro propio cuerpo”.

Esto nos lleva al término inteligencia emocional, el cual lo dio a conocer el psicólogo y escritor norteamericano Daniel Goleman en su libro “Emotional Intelligenge” en 1995, que según este autor “se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, para motivarnos y manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones, incluso en situaciones adversas”.

Esta misma inteligencia emocional se puede aplicar al momento de alimentarse, pues al definir qué tipo de emociones nos manejan podemos consumir de manera eficiente y adecuada los alimentos. En ese sentido, el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación (Minppal) a través del Instituto Nacional de Nutrición (INN), viene impulsando campañas como “Agarra Dato Come Sano”, que busca implementar el cambio de patrones de consumo de alimentos, en el marco de la nueva Cultura Alimentaria y Nutricional, a través herramientas prácticas para la diversificación del consumo y la creación de preparaciones alternativas, con lo que se transmite una estabilidad emocional al momento de orientar la escogencia de los rubros que se desean consumir.

El psicólogo Dr. Hendrie Weisinger, autor del libro “Inteligencia emocional en el trabajo” del año 1998, también expresa que “la Inteligencia emocional es útil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis”, lo cual no pierde vigencia en nuestro contexto político y social, puesto que es una gran herramienta reflexiva para enfrentar la guerra económica de estos tiempos.

¿CÓMO INFLUYEN LAS EMOCIONES EN LA ALIMENTACIÓN?

Debemos ser conscientes que la alimentación puede ser emocional, debido a que existe una estrecha relación entre la mente y el cuerpo. Al respecto, Menéndez informa que “la alimentación emocional se compone de todos aquellos afectos que recibimos desde el principio de nuestra vida y con los que tejemos el entramado de deseos, fantasías e ilusiones que nos constituyen como seres humanos”.

También, la especialista refleja que por lo general los conflictos emocionales se expresan por medio de alteraciones con relación a la comida. “La alimentación física y la emocional están íntimamente relacionadas en cada uno de nosotros. La alimentación emocional afecta la alimentación física”, detalla Menéndez.

Nuestra vida afectiva se expresa también en el modo en que tratamos o preparamos los alimentos. Casi todos los conflictos de nuestro mundo interno, tienen un reflejo en el modo en que nos alimentamos. Podemos intentar compensar, con excesos o defectos de la comida, un vacío insoportable, más ligado a necesidades psíquicas que biológicas.

Según la psicóloga, por ejemplo, el negarse a comer puede ser un intento de afirmarse internamente o una forma de expresar que la vida no tiene sentido si falta el alimento afectivo; puede esconder una tristeza o bien puede ser un modo de llamar la atención. Al igual que comer de forma compulsiva y descontrolada sirve, casi siempre, para aliviar la angustia que se siente.

AGARRA DATO ANTE LA INAPETENCIA

En nuestra campaña “Agarra Dato Come Sano”, se resaltan los Alimentos 4S: Sanos, Sabrosos, Seguros y Soberanos, lo cual invita a toda la población venezolana al consumo de los rubros de producción nacional, con interesantes bondades nutricionales y buen gusto al paladar.

Para ello el INN invita a resaltar su valor tanto nutricional, como de gusto, a través de su preparación adecuada. Es importante tomar en cuenta las propiedades organolépticas, como el sabor, aroma, color, textura y temperatura, que conforman el propio proceso alimentario y la presentación de los platos, ya que son factores que despiertan un mayor interés por comer.

Así, la utilización de especias para potenciar el sabor y el olor de los alimentos es una buena recomendación. Además de mejorar el gusto, aumenta el flujo de saliva y activa los receptores sensoriales que harán que se aumente el consumo y se coma con más placer.

La comida es necesaria para nuestro organismo, pero es importante darse cuenta cuándo la relación con ella tiene que ser examinada. Sólo entonces se podrá, de forma consciente, elegir alimentos sanos desde un estado de autoestima y no de la necesidad de conseguir aliviar algún tipo de sentimiento fuera de la misma persona.

Desde el Minppal, a través del INN, les recordamos que el hambre emocional no puede ser llenado con alimentos; si comer es su principal mecanismo para afrontar los problemas emocionales, debe considerar la necesidad de una ayuda profesional. Usted puede sentirte bien en un momento determinado, pero los sentimientos que le empujaron a comer quedan allí, por eso mantener una alimentación adecuada de forma inteligente es lo ideal.

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Pasta con vegetales frescos

Ingredientes
(5 raciones):

2 y 1/2 tazas de pasta corta.
2 pepinos.
3 tomates.
1 cebolla.
1 aguacate grande.
10 aceitunas.
1 pimentón.
2 cdas. de aceite.

Preparación

Cocine la pasta corta en agua hirviendo por 8 minutos o hasta que se encuentre al dente. Luego, escurra la misma y reserve.

A continuación, lave los vegetales, pélelos y corte cada uno en cubos medianos. Finalmente, mézclelos con la pasta y el aceite.

Aporte nutricional
(1 ración)

Calorías: 375 Kcal.

Proteínas: 14 g.

Grasas: 9g.

Carbohidratos: 64 g.

Tips nutricionales

La pasta se obtiene de harinas procedentes de trigo, mezcladas con agua, rica en carbohidratos.

 

El pimentón es rico en vitamina C, sobre todo los de color rojo. De hecho, contienen más del doble de la que se encuentra en frutas como la naranja o las fresas.

 

El tomate es fuente de fibra, potasio, fósforo y vitaminas C, E, provitamina A y vitaminas del grupo B, en especial B1 y niacina o B3.

 

El pepino aporta fibra, pequeñas cantidades de vitamina C, provitamina A y de vitamina E.

 

La propiedad de la grasa del aguacate es característico del aceite de oliva.

 

Las propiedades saludables de la cebolla se deben a sus abundantes antioxidantes, entre ellos los flavonoides y los compuestos azufrados. Estos últimos son sustancias precursoras de compuestos volátiles, que son los que aportan a la cebolla ese olor y sabor tan característicos.

Texto/ Amcory De Abreu
Receta/ Carla Montaño
Prensa INN