El impacto de la guerra económica ha sido de 117.110 millones de dólares

Desde 2013, cuando se implementa el control cambiario, al sector privado se le han entregado 340 mil millones de dólares, y desde 1970 los empresarios criollos han recibido 695 mil millones de bolívares; la guerra económica contra Venezuela ha impactado la economía en una cantidad de 117.110 millones de dólares: el ataque a nuestra moneda ha sido por un orden de 7.914.449.324 por ciento, casi 8 mi millones por ciento; desde 2017 el Producto Interno Interno Bruto, PIB, ha caído 47%, del cual 23% fue en 2018, cuando el ataque a la moneda fue brutal, son algunos de los números e indicadores aportados por la profesora e investigadora Pascualina Curcio, en la Casa de la Historia Insurgente, durante el ilustrativo conversatorio sobre el impacto de la guerra económica contra Venezuela.

En su disertación la investigadora de la Universidad Simón Bolívar, quien desde hace algún tiempo viene desmontando los argumentos de los economistas de la derecha, de los políticos de la oposición y del empresariado privado, ubicó el inicio de la guerra económica cuando Hugo Chávez accede a la Presidencia de la República y Venezuela decide iniciar un rumbo distinto al capitalismo.

“Comienzo diciendo” advirtió Pascualina, “ para que no haya dudas que estamos en guerra, que no es solo económica. Y lo hacemos porque nosotros diferenciamos guerra económica de crisis económica. Estamos en una guerra económica en el marco de una guerra no convencional. Las guerras convencionales existen, no son tan visibles porque estamos acostumbrados a misiles, bombas, armas. Pero las guerras convencionales existen, y en ese marco nos encontramos nosotros. No desde ahorita, sino desde el año 1999, por lo menos, porque ese año comenzamos a ser una amenaza inusual y extraordinaria. No fue desde 2015 con el decreto de Barack Obama, fue desde 1999 cuando decidimos como pueblo, y por eso comenzamos a ser amenaza al avanzar hacia un modelo distinto, alternativo al capitalista; eso le genera mucho miedo, mucho temor a los grandes capitales, por eso somos amenaza”.

Expresó que al avanzar por el rumbo del socialismo del siglo XXI, estábamos diciendo que somos soberanos, independientes en las decisiones que hacemos con nuestra riquezas; allí se origina el conflicto.

Confesó que si bien es cierto tenemos la primera reserva de petróleo del mundo, y la primera de oro, el origen del conflicto se debe al giro que dimos como pueblo en 1999, y ello es lo que constituye la “amenaza inusual y extraordinaria”.

Afirmó que era importante conocer el comienzo del conflicto para avanzar en el análisis. Detalló, al revisar las intervenciones estadounidense en Latinoamérica, que países como Cuba, Nicaragua, Chile, no cuentan con grandes riquezas minerales.

“El origen del conflicto es ese miedo que tienen los grandes capitales hacia un sistema distinto al capitalista. No se puede permitir que se consoliden los logros de un sistema diferente. En ese marco hay que precisar cuál es el enemigo. Hay que tenerlo presente. No es solo Juan Guaidó ni Capriles ni Leopoldo López ni Voluntad Popular ni Primero Justicia. Ellos están ahí haciendo un mandado. Tampoco es Trump ni Obama cuando firmó el decreto ni Nixon cuando pidió hacer chillar la economía en Chile ni Ronald Reagan en los 80 contra los sandinistas. Ellos son voceros de los grandes capitales. Entonces el enemigo es el imperialismo o los grandes capitales industriales , financieros, y añadamos ahorita los comunicacionales. Ubiquemos allí el origen del conflicto”, sentenció.

Acerca de las guerras no convencionales dijo que se caracterizan porque no están reconocidas por la ONU, de allí que no estén reglamentadas como sí lo están las convencionales, en las que no se pueden utilizar algunos tipos de armas ni se puede disparar contra la población civil ni bombardear ciertas zonas. Las guerras no convencionales son encubiertas; no se le ve el rostro al que está detrás.

Explicó que hay diferentes tipos de guerras no convencionales. Unos las llaman híbridas, otros, guerras totales. En la última definición se le presenta como “Guerras totales perpetuas”.

El almirante Curtis

La expositora presentó extractos del Departamento del Ejército de Estados Unidos (Manuel TC 1801) en el que definen a la guerra no convencional como “El el conjunto de actividades dirigidas a posibilitar el desarrollo de un movimiento de resistencia o la insurgencia para coaccionar, alterar o derrocar un gobierno o tomar el poder mediante empleo de una fuerza de guerrilla auxiliar y clandestina en un territorio enemigo”.

Detalló que ese manual establece la guerra no convencional con generación de violencia, como lo vimos aquí con las guarimbas en 2014 y 2017, con otras armas de tipo psicológico, militar, político. Ese manual lo han aplicado en todas sus formas en Venezuela.

Citó un extracto del año 2016, del “almirante Curtis”, jefe del Comando Sur, acerca de la operación libertad en Venezuela.

“Especial interés”, dice el documento filtrado, “ adquiere en las actuales circunstancias posicionar la matriz de que Venezuela entre en una etapa de crisis humanitaria por falta de alimentos, agua y medicamentos. Hay que continuar con el manejo del escenario donde Venezuela está cerca del colapso y de implosionar demandando de la comunidad internacional una intervención humanitaria para mantener la paz y salvar vidas”.

Señaló Pascualina que ese discurso de la crisis humanitaria no es casual; forma parte del Manual de la Guerra no Convencional. Ellos generan la crisis y luego posicionan el discurso para responsabilizar al Estado, a Nicolás Maduro, al socialismo como culpables de la crisis humanitaria y de que el modelo haya fracasado .

En el documento igualmente se afirma sobre endurecer la condición de las Fuerza Armada para llevar a cabo un golpe de Estado, así como generar condiciones para desmotivar a los profesionales y provocar la emigración. En lo económico se procura obstruir las importaciones y desmotivar a posibles inversores internacionales.

En general el Comando Sur propuso incrementar la inestabilidad interna a niveles críticos de descapitalización del país, la fuga del capital extranjero, el deterioro de la moneda nacional mediante la aplicación de nuevas medidas inflacionarias.

La profesora afirmó que el desabastecimiento programado e intensivo de bienes esenciales, aplicado intensamente desde 2013, no era nuevo; esa arma la venía ensayando desde 2007, cuando, en el marco de referéndum por la reforma constitucional, desapareció el arroz, la harina, la leche, el azúcar, el café; rubros que aparecieron cuando se perdió la consulta.

“En 2010 también escondieron los productos, fue cuando Chávez le dijo a la Polar que estaba escondiendo la harina, si sigues escondiendo la harina te voy a confiscar la empresa. Mágicamente la harina apareció”, expresó.

En 2013 intensificaron la guerra económica con los alimentos, los productos de higiene. En 2014 lo hicieron con los medicamentos. Afirmó la ponente que se trata de desabastecimiento programado, selectivo, vinculado a momentos de crispación política, a elecciones.

“La característica es que algunos productos están concentrados en empresas transnacionales; se montan en lo que nos hace vulnerables. Si los bienes de primera necesidad, arroz, harina, pasta, margarina, están concentrados en dos empresas , eso nos hace vulnerables. Si los productos de higiene están en manos de dos empresas,esos nos hace vulnerables”, adujo.

En un momento de su intervención, al hablar de la atroz manipulación cambiaria, Pascualina Curcio dijo que de acuerdo a cálculos hechos, el valor del del dólar debería estar en 780 bolívares soberanos por dólar.

Entre otras consideraciones negó que seamos un país monoproductor, ya que la industria petrolera produce solo el 15 por ciento del total del país, pero sí somos monoexportador, ya que el petróleo aporta 95 por ciento de las divisas.

Señaló que para vencer la guerra económica era prioritario aumentar la producción petrolera, que es actualmente de 730 mil barriles diarios; fortalecer el bolívar, ligándolo al valor oro; diversificar nuestra industrial nacional.

Tecnología y transporte

Con respecto al porqué no se tumba el portal web que manipula el valor de la divisa, señaló que hay aspectos tecnológicos, y si se tumba uno aparecen como 20.

Aseveró que la manipulación cambiaria a través de portales digitales es un arma muy poderosa que, y que la iban a seguir usando. Más allá del método, del instrumento, se trata de lo que está detrás.

Propone fortalecer la moneda por distintas vías. Una de ellas es aumentando las reservas internacionales con el oro que se produce en el país y que el BCV lo compra en bolívares. Igualmente propuso hacer un buen uso de la divisas para garantizar la producción nacional de forma independiente.

“Cuando revisamos las cifras del BCV”, refirió, “en cuanto a las importaciones en Venezuela, el principal rubro de importación es el tema tecnológico. Tecnológico y transporte. Si nosotros queremos producir de manera independiente, tenemos que avanzar hacia nuestra propias tecnologías. No se justifica, en el marco de la guerra económica, que sigamos comprándole equipos a Estados Unidos para el sistema eléctrico o para la misma industria petrolera, porque nos amarran con los repuestos, con los consumibles, con todo lo que está detrás. Primero tenemos que migrar hacia otros mercados, pero además desarrollar nuestra propia tecnología para lo cual necesitamos recursos, y los recursos que necesitamos y que nos están llegando, entre otros, por las exportaciones petroleras, por eso es clave en estos momentos la exportación de petróleo”.

T/ Manuel Abrizo
F/ Miguel Romero