El imperio y sus mandaderos acentúan conjura mediática contra Venezuela

El reconocimiento, por Elliott Abrams, del apoyo financiero a la llamada “prensa libre” y las intenciones del bufón imperial de crear una suerte de teleSUR paralelo, muestran una de las aristas de esta fase de la conspiración contra el Gobierno Bolivariano

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El 11 de abril del año 2002 en Venezuela se produjo el primer golpe de Estado mediático en la historia de la humanidad, Menos de 47 horas más tarde, la inmensa mayoría del pueblo echó de Miraflores al usurpador Pedro Carmona Estanga y reinstaló al legítimo y constitucional presidente de la República, Hugo Chávez Frías.

La lección no fue asimilada ni por el imperialismo estadounidense ni por sus lacayos dentro y fuera de nuestro territorio, quienes con su proverbial subestimación de las venezolanas y los venezolanos han insistido en sus pretensiones de liquidar la Revolución Bolivariana, con los medios de comunicación y un nutrido grupo de palangristas como aliados de primera línea, reforzados con el auge de las llamadas redes sociales y la impunidad vinculada a las mismas.

La metodología ha sido la misma, con sus matices dependiendo de las situaciones: manipulación de la realidad y siembra del odio, como instrumentos de guerra. Así han transcurrido estas dos décadas, con un resultado invariable: el triunfo de quienes se niegan a entregar las inmensas riquezas de la Patria a ninguna potencia extranjera.

En esa cadena interminable de intentos -y fracasos- por derrocar primero al presidente Hugo Chávez y luego a su sucesor, Nicolás Maduro Moros, los genocidas de Washington apostaron el año pasado por un experimento sin precedentes: la autojuramentación de un muy mediocre y hasta entonces desconocido sujeto como titular de la Presidencia de un país de fantasías, con claros objetivos de propiciar una guerra civil que justificara una invasión militar.

Para validarlo ante la opinión pública mundial, contaron con su poderoso aparataje comunicacional-propagandístico, fabricándole la imagen a un títere, supuestamente reconocido por “más de 50 países”, como insisten en repetir en un desgastado guion.

El experimento derivó en otro solemne fiasco, si bien ha causado severos daños al país, especialmente en lo económico, dadas las ilegales medidas adoptadas por el engendro de la Casa Blanca en respaldo al autoproclamado, con acciones como la apropiación de Citgo y de Monómeros, entre otros activos del Estado venezolano, que suman unos 40 mil millones de dólares expoliados a nuestra Patria, según detalló el presidente legítimo y constitucional Nicolás Maduro Moros, en su Mensaje Anual ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el pasado 14 del corriente mes.

Es en ese contexto en el que uno de los principales emisarios del Gobierno estadounidense, Elliott Abrams, en rueda de prensa el 6 de este mes, develó que entre los fondos a entregarle a la marioneta imperial este año algunos serán destinados a la eufemísticamente denominada “prensa libre”, con el fin de “que sigan transmitiendo y sigan publicando”, es decir, continúen en su campaña sediciosa.

En la misma línea, el bufón imperial anunció sus intenciones de “recuperar” el canal multiestatal teleSUR, creado por el comandante Chávez Frías, para combatir la desinformación generada a través de las cadenas transnacionales.

En realidad, lo anunciado por el títere -siguiendo las instrucciones de sus amos- se traducirá en la creación de una televisora paralela, financiada por los genocidas de Washington y apoyada de manera genuflexa por gobernantes lacayos, fundamentalmente en los países integrantes del Cartel de Lima.

En fin, al menos en estas primeras de cambio de 2020, la ofensiva del imperio y sus mandaderos tendrá como uno de sus puntos esenciales, una vez más, la conspiración mediática.

PRESIONES A DIRECTV

Como parte de esta intensificación de la ofensiva mediática contra Venezuela desde el Departamento de Estado se han estado ejerciendo presiones para que Directv, la operadora por suscripción de mayor cobertura en nuestro país, reactive las señales de CNN, BBC y otros canales suspendidos por el Gobierno Bolivariano, según reveló el 17 de este mes la agencia AP.

De acuerdo con la misma, a fines de 2019 se efectuaron reuniones con representantes de ATT, propietaria de la operadora, en las cuales los conminaron a reanudar las transmisiones de los mencionados canales, incluso violentando las disposiciones del Ejecutivo Nacional.

“El encuentro se produjo después de varios meses de contactos entre ATT y la oposición venezolana”, afirmó AP, citando a funcionarios no identificados del Departamento de Estado.

Por supuesto, en dichas reuniones se dejaron claras amenazas de sanciones en contra de ATT, una poderosa transnacional estadounidense, alegando que Directv está “…siendo usada para propagar programación de Maduro criticando a sus rivales políticos, que no tienen forma de responder”.

“El secretario de Estado Mike Pompeo fue informado de estas gestiones y brindó un apoyo inicial a los planes de reclutar a Directv para que ayude a socavar el Gobierno de Maduro”, según AP, citando de nuevo a sus fuentes no identificadas.

Directv, vale decir, es la única operadora de televisión paga en nuestro país sujeta a las sanciones de los genocidas de Washington, quienes a través de las transnacionales de la comunicación y su aparato propagandístico, buscan desesperadamente oxigenar a su marioneta autoproclamada y recuperar el perdido respaldo de las masas opositoras.

TUBAZO A WIKILEAKS

Con relación al reconocimiento público por Elliott Abrams de una vieja práctica imperial, la de financiar medios de comunicación, periodistas, comunicadores, con el fin de propagar desinformación y propaganda para contribuir al derrocamiento de presidentes no afines a sus intereses, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, no pudo evitar un toque de mordacidad:

“Con su declaración, Abrams tubeó a Wikileaks, que cuando logre filtrar algún cable sobre el tema, tendrá que darle al genocida el crédito por su tubazo”.

Villegas, quien es periodista, apuntó que “de la ‘prensa libre’ y el ‘periodismo independiente’ -a los cuales se refirió el “enviado especial para Venezuela”-, así, entrecomillados, solo cabe esperar una espiral del silencio que pocos o nadie se atreverán a romper, unos por solidaridad consigo mismos y otros por temor a la muerte mediática o laboral”.

“El mayor precedente que pudiera quedar sentado es la ‘normalización’ de lo que antes sería motivo de investigaciones, estupor, condenas, deslindes y golpes de pecho. Lo que antes eran operaciones encubiertas, ahora se ventilan con la Doctrina Stay Free: así, como si nada”, concluyó.

SIN ÉTICA NI MORAL

El periodista e integrante de la Comisión Permanente de Comunicación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Alcides Castillo, recordó que a lo largo de la historia los gobernantes estadounidenses “…han impuesto su modelo por la fuerza. Sus vías son diversas, las preferidas son las armas, previa amenazas, persecución, guerra psicológica y compra de conciencias”.

Bajo esas prácticas, también “fabrica presidentes, un cuerpo legislativo sin respaldo popular ni siquiera de sus compañeros opositores y ahora, además, financia una denominada ‘prensa libre’, creando un canal de televisión para sacar del aire a teleSUR”.

Castillo, quien también es vocero de la Plataforma de Periodistas y Comunicadores, detalla que esta versión de la a llamada “prensa libre” -el imperio la ha utilizado en todas las épocas para afianzar su hegemonía-, es impulsada “a instancias del palangrista mayor, Alberto Federico Ravell, con respaldo del Departamento de Estado y la CIA, reclutando algunos periodistas reconocidos, dueños de medios de comunicación privados y supuestos escritores -además de los llamados “influencers”-. Todos reciben su salario desde el Gobierno de Donald Trump, como lo confesó Elliott Abrams, funcionario designado para intervenir en los asuntos de nuestra Patria. Es decir, estos ‘periodistas’, son mercenarios al servicio de una potencia extranjera”.

“Ahora -añade Castillo- el autoproclamado va directo contra la libertad de expresión y el derecho que tienen los pueblos de recibir información oportuna y veraz. Ha anunciado que teleSUR saldrá del aire y cuenta con el respaldo del Gobierno de Trump y el llamado Grupo de Lima, integrado por dictadores civiles que fungen como presidentes de Colombia, Brasil, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, Chile, Perú, Guatemala, Panamá, El Salvador, entre otros, donde la censura, la persecución, criminalización a periodistas y cierre de medios es una política definida por sus jefes del Pentágono”.

El constituyente, subraya que “defender la verdad, es oponerse a los planes imperialistas contra teleSUR. El grupete de periodistas al servicio del imperio y del autoproclamado no es más que un reducido manojo de palangristas aupados por las directivas ilegales del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), pues su silencio las hace cómplice de un delito”.

En cuanto al anuncio hecho por el bufón imperial de “recuperar” teleSUR, Alcides Castillo calificó tales pretensiones como “una acción ilegal que viola los derechos de los pueblos a la libertad de expresión”.

-“teleSUR dice la verdad, es la voz de los pueblos, y hoy el imperialismo y la oligarquía nacional e internacional, junto a los títeres y operadores políticos de la derecha, quieren invisibilizar la realidad que viven los pueblos de Nuestramérica, ante la violencia sistemática que practican los gobiernos terroristas de la región”, sostiene.

-“Este medio de comunicación, denuncia las torturas, asesinatos, persecuciones que realizan gobiernos de la región contra sindicalistas, estudiantes, mujeres, hombres, niñas y niños. Por eso se ha convertido en un medio de comunicación incómodo para el imperialismo y sus gobiernos serviles”, concluye Alcides Castillo.

NADA NUEVO

El también constituyente e integrante de la Comisión Permanente de Comunicación de la ANC, Néstor Francia, al referirse a las públicas confesiones de Elliott Abrams destacó que las mismas no representan mayor novedad.

-“No es nada nuevo, se trata de una política sostenida del imperialismo. Tal vez la novedad es que se sincera, lo cual es típico del Gobierno de Trump. Es una derecha extremista, que se expresa sin tapujos, como lo ha hecho en el caso del asesinato del general Qasem Soleimani. Por otra parte, ese dineral de ‘apoyo a la prensa libre’, busca también reforzar el aparato de propaganda del autoproclamado. Necesitan darle oxígeno a este papanatas, cuya imagen se disuelve cada vez más en Venezuela y en el mundo”.

-“La llamada ‘prensa libre’, no se va a pronunciar ni a favor ni en contra (de lo revelado por Abrams). No van a reconocer abiertamente el tutelaje ni se van a mostrar en contra de sus jefes”, apunta el escritor y analista.

Sobre los planes del títere imperial con relación a teleSUR, Néstor Francia señala dos objetivos.

-“Uno, es de índole propagandístico. Él, necesita escándalos que lo mantengan en la palestra, dados sus graves problemas de imagen. Pero además, está cumpliendo una tarea que le impuso Estados Unidos. Realmente, teleSUR seguirá al aire, lo que va a aparecer es una réplica, seguramente con algún nombre parecido, que funcionará como una señal internacional de la derecha extremista. Estados Unidos y el Grupo de Lima van a poner los cobres, las líneas editoriales y los espacios electromagnéticos. Es un reforzamiento del poderoso aparato mediático imperialista”.

-“Es una operación, además, de reforzamiento del aparato propagandístico del autojuramentado y de la derecha extremista venezolana. Esto último, queda claro cuando se pone a Leopoldo Castillo al frente de la operación, uno de sus principales propagandistas. Es una amenaza contra los pueblos en general. El periodismo, tanto de izquierda como de derecha, tiende a convertirse en un instrumento meramente propagandístico y eso ayuda al imperialismo, pues en ese sentido son mucho más fuertes que nosotros. Cuando practicamos un periodismo acrítico, ‘oficialista’, la función pierde su esencia histórica, nos aislamos de las masas populares y contribuimos, seguramente sin saberlo, con las intenciones imperialistas”, advierte.

-El “teleSUR de la derecha, ya tiene los reales y el proyecto. Se prevé que ‘Telenorte’ (así lo están llamando irónicamente algunos), esté al aire en cosa de un mes”, finaliza.

T/ Jimmy López Morillo
F/ Archivo CO