El INIA dictó taller para elaborar bionsumos en Monagas

El Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) dictó un taller práctico sobre la elaboración de bioinsumos, dirigido a estudiantes y docentes de la Escuela Agropecuaria Robinsoniana (ETAR) Libertador Simón Bolívar, ubicada en el sector Pararicito, municipio Maturín del estado Monagas.

Así lo informó, Marielsy Rodríguez, trabajadora del INIA, quien además, indicó que con esta actividad se continúa con el acompañamiento y socialización de saberes enmarcados en una serie de seminarios denominados “Practicas agroecológicas para un desarrollo comunitario sostenible”, programados para este año escolar.

Asimismo añadió que buscan cumplir con la transformación curricular de las escuelas técnicas: “Se está dotando a los educandos sobre las capacidades de sustentabilidad de los sistemas productivos. Particularmente al reciclaje de materiales orgánicos, producto de la actividad agropecuaria y doméstica para la obtención de abonos orgánicos y sustratos para la nutrición vegetal y la producción de plántulas hortícolas, frutales y ornamentales”.

“Durante la actividad los participantes aplicaron la técnica Robinsoniana aprendiendo-haciendo, para la elaboración de abonos orgánicos y sustratos con el reciclaje de restos vegetales provenientes de la cocina, desmalezamiento de áreas verdes, estiércol de animales de granja”, señaló Dehildred Castillo, también integrante del INIA.

ACELARAR PROCESOS

Además, detalló que para acelerar el proceso de descomposición de los referidos materiales emplearon microorganismos eficientes (EM), “que permiten la obtención del abono en aproximadamente 20 días, proceso que en condiciones normales puede tardar de tres a seis meses dependiendo de las condiciones climáticas de la zona de producción, metodología practicada hasta los momentos por los docentes de la institución”.

“Los microorganismos eficientes son seres vivos microscópicos que encontramos en los alimentos (lácteos, levadura y otros que se encuentran en el suelo) y que trabajan en sinergia para obtener una mezcla de usos diversos, y que en esta ocasión se va a utilizar para la descomposición acelerada de materiales orgánicos”, puntualizó Castillo.

Ambos productos (abono y sustrato) se obtienen con la misma metodología, solo que para el sustrato se utiliza gramínea y los EM, para el caso de los abonos se utilizan el resto de los materiales citados. Al finalizar los participantes obtuvieron dos pilas de abono orgánico (una con gallinaza y otra con estiércol de bovino) y una pila para sustrato, las cuales fueron evaluadas por los pasantes y se establecieron diferencias entre los tratamientos y el producto final.

Al respecto, Yuliannys Trias, pasante del área de vivero manifestó que la formación fue productiva, “ya que aprendimos que hay técnicas de descomposición acelerada con estos microorganismos que permiten la obtención de insumos agrícolas como abonos y sustratos, para aplicarlos como fertilizantes orgánicos a los cultivos”.

Por su parte, Jacqueline Torres, docente coordinadora de vivero, indicó que “reducir el tiempo de la aboración a solo 21 días permitirá hacer un uso eficiente de los recursos y obtener abonos fortificados, ya que se le suman la acción de los microorganismos eficientes”.

T/ Redacción CO
F/ Cortesía INIA