Por: José Ramón Rivero
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Han pasado cuatro años desde que se realizó el último congreso del partido más importante de Venezuela y uno de los más relevantes a nivel hemisférico y mundial. Es sin lugar a dudas, el evento político más trascendente en lo que va del año 2018.
Este Congreso es absolutamente necesario debido a la situación de violencia que se dio a principios del año 2017 y que generó un cambio brutal en la dinámica política venezolana, el despliegue de hordas asesinas y violentas que generaron una situación nunca antes vista en el país, ameritaba un cambio en la forma de enfrentar este tipo de acciones contrarrevolucionarias.
Las venezolanas y venezolanos, el año pasado fuimos testigos de un hecho inusitado a escala mundial, que fue el haber logrado convocar un proceso democrático y constituyente, que es hasta su última expresión un gran triunfo. Es importante resaltar que estas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente significaron un gran riesgo para la revolución, en este sentido nadie puede dudar de la valentía del presidente Nicolás Maduro, quien se crece en las duras circunstancias.
Estas elecciones fueron convocadas a pesar del rechazo que hubo en las filas opositoras. Pero tan legítima y acertada fue su convocatoria que logró resolver el tema de la violencia política guarimbera. Aun cuando pensábamos que la situación no podía ser peor. A finales del año 2017 la contrarrevolución generó una profundización criminal de la guerra económica para tratar de desmoralizar y desestabilizar a un pueblo que rechazó la violencia por la vía electoral, en paralelo, y abiertamente el imperialismo asumió la vocería de generar un boicot y un bloqueo económico internacional en contra de Venezuela, con el objeto de aislarnos y hacernos más difícil sortear y derrotar estratégicamente la guerra económica.
Luego de eso tuvimos otro proceso electoral donde la oposición no participa, o lo hace a medias dejando absolutamente claro su talante antidemocrático y antipopular. Todos estos elementos generaron un cambio demasiado importante en la dinámica política del país e implican por ende la convocatoria del pueblo chavista y especialmente del PSUV como partido de Gobierno a rediscutir cuál es la dinámica futura y qué debemos hacer para perfeccionarnos como movimiento político de construcción socialista.
Saludamos desde la clase obrera la incorporación de delegados trabajadores y trabajadoras, y que en los documentos del partido haya una distinción especial hacia el papel que tiene que jugar este sector en el reto y desafío que nos depara el futuro. En este sentido la Central Socialista de Trabajadoras y Trabajadores ya está trabajando para dar nuestro aporte desde el punto de vista teórico, del cual ya tenemos un avance sustancial en las conclusiones del Congreso Ideológico de la clase obrera y que fueron aprobadas por el presidente Nicolás Maduro y las asumió como línea de Gobierno.
Estas conclusiones aprobadas por el Presidente vamos a plantearlas ante el Congreso para que sean incorporadas en los documentos finales, así mismo vamos a plantear que se asuman los planes de la recuperación de la producción de un millón de barriles diarios de petróleo como un elemento fundamental para contrarrestar la guerra económica y el desarrollo del planteamiento del presidente Chávez del Gran Eje Territorial Orinoco. En lo organizativo venimos planteando, y lo ratificaremos en el marco del Congreso, la necesidad que haya dentro de la organización de estructuras que expresen al movimiento obrero militante.,Seguros estamos que vamos a salir más fortalecidos con las convicciones más blindadas y con una mayor pasión revolucionaria de este maravilloso evento que es el IV Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela.