De ministro para el Interior, Tareck El Aissami casi me convierte en maestro de ceremonia oficioso de los actos del Comandante Chávez. Siempre estuve allí. En 2009 recibí el año nuevo en el Panteón Nacional, ensayando para conmemorar los 50 años de la Revolución Cubana. Con motivo de una crónica mía, me encuentro con Tareck y me garantiza que su segunda llamada sí llega. Pues, si lo ven por ahí, díganle que su despacho llamó una vez a la persona y lo demás fue espeso silencio.