El Kiosco de Earle: ¡Ay, Ángel Méndez!

Andábamos por los 18 años cuando nos conocimos nuestro primer día de clase en la UCV. Estudiaríamos juntos toda la carrera, en tiempos de Mayo Francés, renovación académica y allanamientos semestrales. Ángel, joven urbano, me hablaba de Camilo Manrique, y yo, nieto de coplero, de Florentino y el Diablo. Me recordó a mi vieja un día que, en el final de psicología, me preguntó apremiado: “Earle, ¿qué es un motivo?” Y yo, sin apremio, le soplé: “Es una rosa pintada de azul”. ¡Ay, Ángel!

T/Earle Herrera
earlejh@hotmail.com