Imposible que Venezuela
no estuviera presente en el asalto
al Congreso de EEUU, como resulta
inimaginable una sesión
del Parlamento español sin que se
mencione la Patria de Bolívar,
háblese del coronavirus
o del acueducto de Castilla-
La Mancha. El derechista
con cuernos de búfalo
que embistió en el Capitolio
de Washington, increpó a sus pares
de Venezuela que si siguen el ejemplo
de sus hordas, también pueden
“liberar” a su país. Eso sí,
“tienen que echarle”.
En ese momento, Vecchio revisaba
las cuentas de Citgo, Borges
contabilizaba los ingresos
de Monómeros, Guaidó preguntaba
por el oro de Londres y López posaba
para “Hola TV” de Madrid.
En cambio, el Buffalo Bill,
el “lobo de Yellowstone” o “sioux”
del Capitolio, ya está preso.
El Kiosco de Earle: Buffalo Bill en Miraflores
