El Kiosco de Earle: casas quemadas

Quemar la casa del adversario se remonta a los tiempos más oscuros de la humanidad. En América, a los cruentos días de la conquista. Lo hizo “don” Diego de Losada con Guaicaipuro. Se le había adelantado Francisco Fajardo, “héroe” epónimo de nuestra principal autopista. Los pueblos ancestrales bolivianos
conocen esos incendios. Ayer les volvieron a quemar sus casas. Los incendiarios celebraron blandiendo la biblia. Exactamente igual a como hace 500 años.
El dinosaurio sigue allí. Y Diego de Almagro. Y Pizarro. Por eso el regreso anunciado por Túpac Katari, convertido en millones.

Earle Herrera
earlejh@hotmail.com
Caracas