La agresión imperial contra los CLAP es la nueva bandera rota del autoproclamado. «Logramos las sanciones», se jacta, mal asesorado porque de ese programa se benefician millones de opositores de a pie. No la cúpula de la derecha, que come en el Este y hace mercado en Aruba o Miami. A su mellado grito de guerra, el interino le agregó un cuarto elemento. Ahora vocifera: ¡ Cese a la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres y muerte a los CLAP». Una doña que subía con su caja en el Metrocable de San Agustín, comentó: ¡Este Chacumbele cada día se «chacumbela» más!