En Venezuela, abril es un mes que llega y se va de golpe.
Así es desde 2002, cuando una conspiración de empresarios, gerentes petroleros,
militares de alto rango, la jerarquía eclesiástica y los viejos partidos con sus retoños,
derrocaron por 48 horas al presidente Hugo Chávez.
Desde aquel 11-A con su 13, abril transcurre entre rumores y sobresaltos,
aunque este 2018 discurrió con otras expectativas,
gracias al proceso electoral convocado
por la Asamblea Nacional Constituyente.
El kiosco de Earle: Chao, abril
