El Kiosco de Earle: corsarios cuidando oro

Acaso los buques que bloquearon
los puertos venezolanos
a principio del siglo XX nunca se
fueron de allí. O más atrás, quizás
Francis Drake y Walter Raleigh
sigan acechando por todo el Caribe.
La patente de corso ya no se la
extiende el Gobierno de Su Majestad,
sino otro imperio, con aval de la ONU
y la OEA. En el caso de Venezuela,
el oro que le fue secuestrado por
los piratas de la Inglaterra les fue
entregado a unos veladores interinos,
encabezados por un autoproclamado
bajo las órdenes y tutela del imperio
yanqui. Pillos según la Usaid
(se cogen el 98% de la encomienda),
todo lo que cae en sus manos (Citgo,
Monómeros) lo dejan como la curiara
de “El canoero del Caipe” que cantara
Alberto Arvelo Torrealba: “solita
en mitad del río, con la zamurada
adentro”. Para decirlo en copla
y mitigar la arrechera.

Earle Herrera
earlejh@hotmail.com
Caracas