El kiosco de Earle: ¡Desproclamación!

Al autoproclamado están a punto de obligarlo a auto-desproclamarse.
La denuncia de corrupción en su entorno no es un arrebato
moral de Almagro, un tipo divorciado de toda ética.
El regaño de Pompeo y el desengaño de Trump apunta el mismo blanco.
Asistiremos a un deja vu de la autoproclamación en la plaza,
pero al revés, como si devolviéramos una película que nunca debió ser.
Repugna la ironía de que sea Almagro quien le grite
al autoproclamado en su cara:
¡Cese de la usurpación!

earlejh@hotmail.com
Caracas