En la IV República, sus partidos le peleaban todo espacio a la izquierda. En sindicatos, gremios, universidades y liceos. Y sobre todo, ¡en la calle!
Mi PSUV y nuestro GPP parece que solo saben marchar para “nosotros escucharnos a nosotros”.
El poder es una máquina devoradora de cuadros. Cuando las mieles del Gobierno – no hablemos de corrupciónendulzaron la sangre de AD y Copei, el 27-F de 1989 les provocó un coma diabético.
El PSUV y el GPP todavía no necesitan insulina.