El kiosco de Earle: El bar de la esquina

La covid lo marchitó.
No sé por qué el bar emblemático es el de la esquina.
Joaquín Sabina en su “Noche de boda” pide que nunca se lo cierren.
Ignoro si es el mismo donde Ramón Avilés la esperaba para hablar cosas que ella no imaginaba.
Hay otros bares, muchos, pero ninguno tan cantado como el de la esquina.
Leonardo Favio no detalla la ubicación del que frecuentaba para verla pasar.
Apuesto que no era el de la esquina rosada inmortalizado por Borges una noche de cuchillos,
donde el tango “hacía su voluntad”.
El coronavirus odia la bohemia, la parisina, llamada saudade, y la arrabalera, llamada perdición.
Le hubiera perdonado a la pandemia el cierre del bar de la esquina,
pero no convertirlo en una venta de panquecas sin chiquillería ni sonrisas.

earlejh@hotmail.com
Caracas