El kiosco de Earle: Feliz como el Gabo

Aunque a Daniel Santos nunca le llegó carta de Linda, ni el coronel Aureliano Buendía jamás recibió su pensión de guerra,
mi nieta Musa ya tiene cédula y dejó de ser colega de aquel joven García Márquez que en Venezuela se declaró “feliz e indocumentado”.
El retraso no se debe en muchos casos a falta de insumos. Ocurre que la corrupción se infiltra y paraliza los procesos.
Luego pide una “colaboración” en dólares “y te agilizó la cosa”.
El mismo día que publiqué mi crónica, tres traficantes eran detenidos en Caracas.
Este es otro frente de lucha cotidiana de la revolución.

earlejh@hotmail.com
Caracas