El que nazca el Día del Trabajo, está condenado a trabajar. Si es el Día del Libro, escribirá. Nací un 23 de abril, día del idioma, del libro, de la muerte de Cervantes, Shakespeare, Garcilaso y Teresa de la Parra. Una gitana me dijo: “Está escrito que lo único que medio aprenderás será a escribir, no porque tengas talento, sino porque los astros te marcaron. No es tu culpa ser inútil para todo lo demás”. Para vengarme letra a signo, convertí a esa gitana en mi primer cuento.