Para un oscuro general yanqui la situación venezolana se resuelve con una bala en la frente
de Maduro. Lo mismo pensaba la oligarquía colombiana que veló las armas que asesinaron a Gaitán.
El eco de aquellos pistoletazos todavía taladran el alma del país.
La primera noche “El Bogotazo” dejó más de 2.000 muertos.
El conflicto armado que se desató ensangrentó ciudades y campos con
262.197 cadáveres. El eco de los disparos se oye en los cerros
de Caracas, donde conviven millones de desplazados.
Y eso es solo el eco.