Los candidatos gringos tienen un concepto despectivo del voto de Florida.
Este estado le saca rédito de todo tipo a tan productivo desprecio.
Hillary Clinton usó a la exMiss venezolana Alicia
Machado, como supuesta víctima del “maltratador de mujeres” Trump.
Hoy, este se inventa un “presidente interino” -también venezolano, qué
vaina- y anda con él bajo el sobaco.
Se lo impuso a la decrépita Europa, lo exhibió en el Congreso y de vaina
no lo puso a saltar con JLo y Shakira en el Super Bowl.
Esa es la nuez de la Doctrina Monroe. Algunos latinoamericanos la rezan como un Credo.
Para Trump, su visión de América Latina oscila entre Alicia y Guaidó, una “maltratada”
exMiss y un títere interino.
El voto de Florida ayer y hoy.
El kiosco de Earle: La Miss o el títere
