El kiosco de Earle: Llegar tarde a la guerra

Llegar a una guerra que ya terminó es algo patético.
Le pasa a la ultraderecha venezolana en Miami.
Pretende enseñar anticastrismo a los anticastristas.
Hace rato terminó el anticomunismo como negocio,
pero Trump reabrió unos nichos en los que esa ultra empezó a chupar, voraz, ubérrima.
La derrota del magnate los enloqueció.
Acusaron a Biden de comunista y a su “vice” de trotskista.
Sin ser propietarios, ven por todas partes amenazas a la propiedad.
Denuncian que los chinos están infiltrados en Disneyworld.
El macartismo reencarnó en las pavas Morillo.
La diáspora persigue a la diáspora.
A esos westonzolanos no los entienden los cubanos del siglo XXI,
quienes esperan se reanuden los cruceros para viajar a Varadero y Pinar del Río.
Llegar tarde a una guerra, así sea la fría, provoca un ridículo bélico.
Y gélido.

earlejh@hotmail.com
Caracas