El kiosco de Earle: Los ignorados

El autoproclamado esperó durante todo el debate Trump-Biden que pronunciaran su nombre: nada.
Como diría el lingüista Cantiflas, ni lo ignoraron.
Los opositores venezolanos de Miami también estuvieron nerviosos y pendientes del momento en que debatieran sobre Venezuela.
Nada.
Ni una mención siquiera de cortesía.
Ningún comentario de los candidatos gringos acerca del himno yanqui primorosamente gratinado con estrofas del Gloria al Bravo Pueblo. Nada.
Las cachorritas del Puma, furiosas,  están pensando en abstenerse, azuzadas por una inconsolable Lila.
Un locutor que se define lector de las obras escogidas de Julio Jaramillo habló del “desaire del silencio”.
Demasiada metáfora para un público formado bajo un  cocotero tirado por una piedra.

earlejh@hotmail.com
Caracas