Según revela Bolton en su libro, dos veces el autoproclamado se quedó en la estacada.
En la batalla de los puentes debía avanzar sobre el de Tienditas,
pero se fue para el concierto que montó Richard Branson.
Después, el 30 de abril, en la guerra de los topochos,
aunque lo vociferó, nunca tomó la base de La Carlota. Generoso con
el bebesaurio de Trump (gracias, Zaida), Bolton llega a esta dilemática conclusión: “todo fracasó por falta
de planificación previa o por una falla de nervios”. Vaya usted a saber.
Cuando Bolton le comunicó a Trump la que había puesto su criatura, este rezongó: “él no tiene lo que hace falta”.
Esta enigmática frase, Harvard University decidió estudiarla con una comisión interdisciplinaria integrada
por lingüistas, sicólogos y urólogos.
El kiosco de Earle: Los nervios fallan
