La lucha actual de Lula me trae la imagen de uno de los momentos más dramáticos de la Revolución Bolivariana: el de los tanqueros fondeados frente a los puertos. El sabotaje petrolero alcanzaba su punto máximo con la paralización en tierra, el secuestro electrónico y el bloqueo marítimo. De pronto se divisaron los buques cargados de combustible enviados por Lula da Silva desde Brasil. Su solidaridad sería decisiva en la derrota de la conjura contra la patria de Bolívar y Chávez.
Earle Herrera
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