El Kiosco de Earle: Manos

Nos persiguen las manos. Cuando Martín se creyó candidato, se calzó la consigna “Manos limpias”. Los guarimberos bautizaron a sus sangrientas manos “manitos blancas”. En su segundo gobierno, C.A. Pérez gritó “Manos a la obra” y le metió mano al tesoro nacional. Al Chema Saher sus verdugos le cortaron las manos. “Si robo, que se me quemen las manos”, juró Betancourt y en el atentado de Los Próceres se le chamuscaron. La Operación Manos de Papel hace de la política un papelón.

Earle Herrera
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