El kiosco de Earle: Oasis cruel

Las explosiones populares “subliman” a la clase dirigente y la asoman al ridículo.
El Caracazo le arrancó a Caldera este gemido: “Venezuela era la vitrina de América Latina”.
El estallido en Chile metaforizó a Piñera: “Nuestro país era un verdadero oasis”.
Pero hay tres tipos de oasis: los verdaderos, los espejismos y los crueles.
Los últimos, según el poeta Carlos Pellicer, envenenan su propia agua y enloquecen a la sed.
El Chile que va de Pinochet a Piñera –socialistas de por medio- privatizó hasta el agua
y enloqueció la sed. Ahora no hay forma de devolver los sedientos a su “oasis”.

earlejh@hotmail.com
Caracas