El Kiosco de Earle: Octubre

Nada mes arrastra sus nostalgias.
Cada uno despierta sus ayeres y
sus fiestas. Octubre huele a cuaderno
y lápiz nuevos. A primer día de clase,
tan distinto a los otros. Trae un
jolgorio de béisbol y desempolvadas
rivalidades en el estadio, las paradas
y los cafés. Tiene la tersura del beso
de mi madre en su cumpleaños. Eso
sí, ya no huele a “Día de la Raza” ni a
otros racismos, desde que los pue-
blos descubrieron a “alias Cristóbal
Colón” y sus estatuas rasparon el
pavimento. La primera sucumbió
en el Paseo Colón de Plaza Venezue-
la y, años después, en los parques de
EEUU y la Vieja Europa. Entonces,
otra vez, el mundo siguió el ejemplo
que Caracas dio. Octubre es un amor
que se quedó cuando te fuiste a la
universidad y en el beso y el adiós
había un presentimiento. Octubre es
aquella rosa. Aquella despedida. Y
aquel presagio.

Earle Herrera
earlejh@hotmail.com
Caracas