El Kiosco de Earle: Olimpo íngrimo

Estas son las olimpiadas
de la ausencia. Y del silencio.
No hay público, no hay gritos, no hay
aplausos. Nadie te coloca la medalla
en el cuello. Tienes que tomarla tú
mismo de una bandeja aséptica
y ponértela. La bioseguridad obliga
y la pandemia sigue rompiendo
su propio récord e imponiendo
su omnipresencia. Por todas partes
se filtra un olor a alcohol,
gel y otros desinfectantes, como si se
compitiera en pasillos de hospitales.
Los delanteros, cuando anotan
gol, solo escuchan el coro
del silencio. Pero las muchachas
y los muchachos ríen. Celebran
sus triunfos. La pandemia no puede
con la alegría juvenil que les cambia
el rostro a los hipocondríacos dioses
del Olimpo. No importa que Rubén
Darío nos recordara que ese
“divino tesoro” se va para no volver.
Ese es su encanto. Nadie te quitará
tu Tokio 2020, chica.

Earle Herrera
earlejh@hotmail.com
Caracas