El kiosco de Earle: Olores de virus

La pandemia no es como el agua, aunque anule el gusto y el olfato.
El distanciamiento y el uso de guantes afectan el tacto,
ya no tocamos ni sentimos igual.
El confinamiento, el cierre de pueblos y ciudades, alteran vista y olfato.
Cuando la ciencia le quite la corona al virus, aparecerán los emprendedores, coachs
y charlatanes que harán un negocio con la nueva “profesión” de enseñar a usar otra vez los sentidos.
Brotarán “especialistas” en la técnica de desaprender todas esas cosas que nos impusieron la OMS y la Covid-19.
Hemos de aprender a vivir de nuevo sin ese olor a alcohol de hospital, gel antibacteriano,
cloro, hipoclorito de sodio y demás porquerías.
No más cariños con olor a lejía y jengibre.
Será lenta y no se sabe si total la recuperación del “imperio de los sentidos”.

earlejh@hotmail.com
Caracas