Para América Latina terminó el Mundial de Fútbol y este quedó convertido en una Eurocopa, donde, irónicamente, las estrellas más rutilantes son africanas. Peña Nieto empavó a México, Solís a Costa Rica, Santos a Colombia, Macri a Argentina, Kuczynski a Perú, Almagro a Uruguay y el tambaleante dictador Temer a Brasil. Con los mejores jugadores del mundo en sus filas –Messi, Neymar– y astros como James, Suárez, Falcao y Cavani, Latinoamérica rodó feo en el sospechoso evento de la FIFA.
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