El autoproclamado se desbarrancó 20 puntos en la encuesta de octubre de Datanálisis. El Harry Potter de los sondeos, Luis Vicente León, revela que no solo pierde popularidad, sino magia. ¿Cuál magia, chico? Solamente ese brujo de los números y nigromante de los guarismos que es León pudo detectar alguna magia –encanto, hechizo– en el “interino” de Pompeo. ¿Cómo y cuándo se dejó embrujar Datanálisis? Pudiera ser que la “ayuda humanitaria” metamorfoseó a León de encuestólogo en tremendo jodedor que se vaciló a medio mundo, incluido el autoproclamado, a quien le hizo creer que era el propio Merlín.
El Kiosco de Earle: Perder la magia
