Por los años 80, dos expresidentes
sacudieron la modorra política
con un debate cosmético y genético.
Ya de salida de Miraflores,
Luis Herrera Campíns se vanaglorió
que su gobierno le dio tres reinas
de belleza universal a Venezuela,
aunque los malagradecidos no se lo
reconocieran: Maritza Sayalero,
Pilín León e Irene Sáez. Todavía
vivía el general Marcos Pérez
Jiménez y desde Madrid pegó
un salto para poner los puntos
sobre las coronas. Dijo que esos
reinados se debían a él, pues
fue quien le abrió las puertas
a la emigración europea y así logró
“mejorar el componente étnico
de los venezolanos”.
De tal licuadora euro-criolla salió
esa belleza exótica que seduce
a los jurados del planeta.
Luis Herrera lo que hizo
fue cosechar los injertos y cruces
“de mi gobierno”, concluyó
el general. Ya sabes a quién debes
tu irresistible atractivo.
El Kiosco de Earle: ¿Por qué eres bella?
