Arde la derecha por la decisión de rotar el cargo de autoproclamado.
Es una forma de salir de Guaidó.
Ramos Allup niega que esté prevenido al bate, pero anda haciendo swing.
Quedará para la historia la gestión de alguien
que sin cargo ejecutivo alguno, le causó al país la pérdida de Citgo,
Monómeros e ingentes recursos.
En política hay también dos movimientos: el de traslación,
que es el salto de talanquera.
Y el de rotación, que se da cuando el sistema gira sobre su maruto.
Es lo que se pretende ahora: venderle al mundo que la autoproclamación
será rotativa y poner a Ramos Allup a rotar como esos trompos
derrengados que, en vez de girar,
tataratean.
